martes, 29 de agosto de 2017



“EL GOBIERNO MIENTE” (se agradece compartir).

Ctera, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina, denunció que Mauricio Macri prometió en noviembre de 2015 construir tres mil jardines de infantes y NO CUMPLIÓ. Durante 2016 y los ocho meses transcurridos de 2017, no construyó un solo jardín de infantes.

Como es sabido, el gobierno conservador de la Alianza PRO-UCR cultiva intensamente el hábito de emplear falsedades, formulando cínicas y ampulosas promesas que, desde el vamos, resultan incumplibles. Pero que son muy útiles para engañar y confundir a muchos incautos dispuestos a creer cualquier cosa. Tal vez el ejemplo más miserable y cruel fue prometer “Pobreza cero” y luego aumentarla, como era esperable del proyecto neoliberal que encarnan, sin pudor alguno.

Muchas otras promesas del gobierno de Mauricio Macri resultaron absolutamente falsas. Repasemos rápidamente algunas: “En el primer mes de gobierno van a llover las inversiones”; “Reducir la inflación es la cosa más fácil para mi gobierno”; “No vamos a devaluar”; “Los trabajadores no van a pagar impuesto a las ganancias”; “Hay que expandir la economía, no vamos a hacer ajustes”; “No vamos a echar a nadie”; “No vamos a sacarte nada de lo que tenés”; “No vamos a perseguir al que piensa distinto”; “No voy a usar al Estado para provecho personal”; “Vamos a continuar con los avances en el CONICET”.

El 14 de abril de 2016, la ministra de Desarrollo Social de la Nación Carolina Stanley y su viceministro Gabriel Castelli acompañaron al presidente Macri en un acto de presentación del Plan Nacional de Primera Infancia. En esa ocasión Macri se comprometió a abrir mil Centros de Primera Infancia en todo el país en el curso del 2016 y amplió su promesa a cuatro veces más, es decir cuatro mil centros antes de que finalice el mandato en 2019. En la página web del ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que conduce Stanley, no aparece ninguna información precisa acerca de la cantidad y la distribución de estos Centros, por lo cual la promesa presidencial y ministerial de los mil Centros en 2016 y los cuatro mil para el 2019 resulta de difícil constatación. Cabría saber, ya en agosto de 2017, por lo menos si la promesa de los mil Centros para el pasado 2016 se concretó o fue simplemente un altisonante anuncio incumplido de reiteradas y engañosas propagandas “PRO-populistas”.

Lo mismo acontece en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, gobernada desde hace casi diez años por el macrismo. El Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, el 13 de julio de 2015, prometió para ese año que “Vamos a llegar a los cien Centros de Primera Infancia en toda la ciudad”, en un acto en el que fue acompañado por Mauricio Macri, Gabriela Michetti, Diego Santilli y Carolina Stanley. Al mes de mayo de 2017 son setenta y dos los Centros de esas características que existen en la ciudad.

En abril de 2016, Gabriela Michetti formuló una cautivante propuesta de resignación: “sepan aguantar hasta que dentro de dos, tres o cinco años podamos salir adelante”. Lo manifestó en la provincia de Tucumán, en la misma ocasión en que describió que “la droga mata a los pobres como a la gente normal”, poniendo en evidencia la densidad intelectual y política de esta destacada dirigente del PRO, que hoy es la vicepresidenta de la Nación Argentina.

Los pobres, que en la sesuda reflexión de la vicepresidenta de la Nación, no serían “gente normal”, tendrán que seguir esperando y, mientras tanto, soportar estoicamente las mentiras reiteradas del gobierno actual.

lunes, 21 de agosto de 2017



“EL FUNDAMENTALISMO CATÓLICO”
Se agradece compartir.

Raúl (Tuni) Kollman es un virtuoso periodista del diario “Página 12”. Ayer falleció su mamá, nacida en Austria hace 103 años. Y hoy escribió en el diario: “Mi mamá fue parte de la generación que estudió en el colegio primario y secundario de Austria de los años 20 y 30, en un ambiente sofocante de antisemitismo. Todas las mañanas, mientras el 90 por ciento de los chicos cumplían con la obligación de rezar a la entrada del colegio, los chicos judíos debían esperar afuera. Había clases diarias de religión, pero los chicos judíos estaban excluidos. El proceso antisemita llegó al paroxismo el 12 de marzo de 1938, cuando Hitler entró en Viena y se concretó el Anschluss, la anexión de Austria a Alemania y al régimen nazi”.
Hoy, en Argentina, en la provincia de Salta, gobernada por Juan Manuel Urtubey, los niños no católicos (evangelistas, judíos, musulmanes, agnósticos, ateos, etc.) que asisten a escuelas públicas deben padecer el mismo proceso de exclusión que sufrió la madre de Kollman en la Austria pre-nazi, hace 80-90 años.
Todos los niños y niñas tienen el derecho a tener tal o cual religión o a no tener ninguna y se les debe garantizar el derecho a no padecer el fundamentalismo católico que reina en las escuelas de la provincia de Salta, donde se les imparte educación religiosa obligatoria y que los arroja, desde tan temprana edad, a la discriminación y a la exclusión simplemente por no ser católicos.

viernes, 18 de agosto de 2017



EL POLITÓLOGO JOSÉ NATANSON SE EQUIVOCA.

El gobierno macrista no representa una “derecha democrática”, tal como ayer escribió Natanson en el diario “Página 12”. Hoy Martín Granovsky pone en duda esa afirmación de Natanson, destacando igualmente el muy interesante análisis que formuló, aspecto que sí compartimos del artículo en cuestión.
Hace tiempo que me he permitido afirmar que el creciente sesgo autoritario del gobierno conservador de Mauricio Macri nos está conduciendo hacia una suerte de “democracia dictatorial” o de “dictadura democrática”.
SE AGRADECE COMPARTIR.

jueves, 17 de agosto de 2017



“RODOLFO BARRA: ¿formador de trabajadores sociales?”
Norberto Alayón – Profesor Consulto de la UBA
Agosto de 2017
SE AGRADECE COMPARTIR

Escribí esta nota en febrero del 2010. Hoy, el Dr. Barra será uno de los expositores ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual deberá resolver sobre el amparo presentado para que se declare la inconstitucionalidad de la educación religiosa obligatoria en las escuelas públicas de la provincia de Salta, gobernada por Juan Manuel Urtubey.

“Rodolfo Carlos Barra es un destacado abogado católico, egresado de la Universidad Católica Argentina. Docente en la UBA, en la UCA, en la Universidad de La Matanza y en la Universidad Austral. Colaborador del Opus Dei y del Consejo Pontificio para la Infancia.
El 17 de setiembre de 1974, el gobierno de Isabel Martínez de Perón intervino la Universidad de Buenos Aires poniendo al frente de dicha prestigiosa casa de estudios al abogado Alberto Ottalagano, un reconocido fascista que ostentaba en público el saludo nazi, autor de un libro de título guapo: “Soy fascista, ¿y qué?”
Barra fue colaborador de Ottalagano, quien lo designó en ese mismo mes de setiembre de 1974 como Delegado Interventor de la Escuela de Servicio Social de la UBA, permaneciendo en la conducción de esa institución formadora de trabajadores sociales hasta el año 1977 (ver libro “Historia del Trabajo Social en Argentina”, Espacio Editorial, 2007).
Durante 1977 Rodolfo Barra se incorporó como socio al Estudio Demaría, Fernández Cronenbold & Barra. Su extensa actividad pública se desenvolvió durante el gobierno de Carlos Menem. Fue Viceministro de Obras y Servicios Públicos (de 1989 a 1990, durante la gestión de Roberto Dromi) y Viceministro del Interior.
Desde el 25 de abril de 1990 hasta el 20 de diciembre de 1993 fue miembro de la Corte Suprema de Justicia, y el 16 de junio de 1994 asumió como Ministro de Justicia de Menem, cargo que desempeñó hasta el 10 de julio de 1996 en que debió renunciar por diversas revelaciones públicas sobre su militancia juvenil.
Tanto la revista “Noticias”, como el periodista Horacio Verbitsky en el diario “Página 12” señalaron que Barra, durante la década del 60, había militado en la Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios (UNES), uno de los brazos del grupo ultranacionalista Tacuara. Y que también había sido detenido en esa época por un atentado contra una sinagoga. Por otra parte, hicieron público que por los años 90 Barra era accionista de un hotel “alojamiento” de procedencia familiar en la zona de Recoleta, lo cual colisionaría con su acendrado y manifiesto catolicismo.
Después de 1996 fue designado Presidente del Directorio del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA). Y el 13 de diciembre de 1999 asumió como Presidente de la Auditoría General de la Nación, cargo que desempeñó hasta el 1º de febrero de 2002.
Barra, lúcido representante del conservadurismo católico, que llegó a ser también Convencional Nacional Constituyente desde mayo a agosto de 1994, se desempeñó como un polifacético cuadro del menemismo, ocupando cuanto cargo público le quedara a mano.
Toda sociedad requiere de buenos maestros y es necesario valorarlos, reconocerlos y recordarlos. Pero hay “maestros no buenos”, a los que también es necesario recordar por su accionar o sus enseñanzas o ejemplos contrarios a los principios que sostienen la disciplina que es objeto de enseñanza. Es necesario recordarlos como un acto de justicia y de memoria para ubicar a cada cual en la actuación que le cupo y en las tareas que desempeñó y desempeña.
El Trabajo Social es una profesión que se inscribe en la perspectiva del bienestar y la justicia social y, por ende, en la vigencia irrestricta de los derechos humanos en su más amplia acepción y sin discriminaciones de ninguna índole. La trayectoria de Barra no parece ser compatible con estos objetivos.
¿Qué recuerdo tendrán aquellos estudiantes de Trabajo Social que, desde setiembre de 1974 hasta el año 1977, tuvieron en la Escuela de Servicio Social de la UBA donde cursaban, a un personaje del perfil del abogado Rodolfo Barra como Delegado Interventor, del a su vez Interventor de la Universidad, el fascista Alberto Ottalagano?
Para beneficio de los alumnos y de la sociedad, una persona del accionar cívico y profesional como Rodolfo Barra seguramente no sería elegida, en la actualidad, para estar al frente de una institución educativa como la Carrera de Trabajo Social de la UBA”.

domingo, 6 de agosto de 2017



VOTARÉ, el próximo 13 de agosto, a DANIEL FILMUS y a MARIANO RECALDE en las listas que encabezan de UNIDAD PORTEÑA en la ciudad de Buenos Aires.
UNIDAD PORTEÑA integra el espacio UNIDAD CIUDADANA que conduce la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Como es evidente, el gobierno actual de Mauricio Macri representa, ideológica y políticamente, la continuidad del proyecto de la dictadura cívico-militar del ministro terrateniente José Alfredo Martínez de Hoz y del general genocida Jorge Rafael Videla, de marzo de 1976.
Resultará vital, para Argentina y para América Latina, evitar que el macrismo gobernante desde diciembre de 2015 profundice el rumbo conservador y neoliberal que lo caracteriza.