lunes, 15 de junio de 2015

Nota publicada en "La Tecl@ Eñe" Nº 67. Revista Digital de Cultura y Política. Buenos Aires. Junio de 2015.

¡NUNCA MÁS LA GUERRA!


Norberto Alayón - Profesor Titular Regular -    Facultad de Ciencias Sociales (UBA)


El diario conservador La Prensa de Buenos Aires, perteneciente a las tradicionales familias argentinas Paz y Gainza Paz, publicó hace ya 16 años (el 24 de febrero de 1999), una significativa información bajo el título “Las universidades británicas invierten en fábricas de armas”.

Consignando el despacho en Londres (Especial) dio cuenta que “Las universidades de Gran Bretaña han invertido parte de los fondos de pensiones de sus empleados, el equivalente a 314 millones de dólares, en empresas que fabrican armamento. La denuncia, formulada por la organización no gubernamental Campaña contra el Tráfico de Armas, alcanza también a asociaciones de beneficencia infantiles, que buscan los mejores réditos económicos. Algunas casas de educación superior tienen participaciones a su nombre en la misma industria, como por ejemplo Oxford y Cambridge”.

Como se puede observar en este caso, la perversa “lógica” con la cual el sistema capitalista orienta y contamina el funcionamiento de la sociedad en su conjunto, parece no habilitar límites morales o pedagógicos. Educar y matar no aparecerían como algo contradictorio y reprobable para esas universidades y asociaciones de beneficencia infantil.

Se trataría de obtener los mejores beneficios económicos, desestimando la barbarie de las guerras, para poder cumplir mejor sus loables objetivos educativos y asistenciales. Si para capacitar y asistir mejor a los universitarios y a los niños británicos, hay que fortalecer la fabricación de armas y la consecuente utilización de las mismas en todo tipo de guerras (casi siempre en otros países), estamos en presencia de una flagrante degradación ética de quienes presumen de “desarrollados”, “modernos”, “humanos”, “democráticos”, “civilizados”.

Pareciera que “el fin, justificaba los medios” para esas prestigiosas y mundialmente reconocidas universidades. Si para mejorar la educación de los británicos, había (o bien hay) que contribuir a la matanza de otros seres humanos en otras partes del mundo, nada se debe reprochar porque el objetivo educativo final justifica cualquier tipo de comportamiento o rentables participaciones económicas. No existiría contradicción ética alguna (eso sólo cabría para los ilusos o los idealistas). En definitiva, para este tipo de concepciones, el dinero lo justifica todo.

El corresponsal del diario “Página 12” en Gran Bretaña, Marcelo Justo, publicó el pasado 20 de mayo una crónica dando cuenta que la empresa norteamericana Boeing le vendió aviones de guerra a Arabia Saudita por 29 mil millones de dólares. A la vez, otra empresa de Estados Unidos (Lockheed Martin) vendió a Qatar misiles de defensa por 6.500 millones de dólares. Reproduce, asimismo, las declaraciones de Pieter Wezeman, investigador del Instituto de Estudios de la Paz de Estocolmo, quien afirma que “los vendedores de armas se comportan como cualquier otro negocio tratando de activar la demanda de armas con técnicas de mercado”. Menciona, por otra parte, que en Londres -cada 2 años- se lleva a cabo la feria más grande de armamentos del planeta y que Estados Unidos es el mayor exportador de armas del mundo con un 31 por ciento del mercado, secundado por Rusia con un 27 por ciento.

Ahora, el Papa Francisco acaba de manifestar en una multitudinaria misa en Sarajevo, capital de Bosnia-Herzegovina, que “En nuestro tiempo, el deseo de paz y el compromiso por construirla contrastan con el hecho de que en el mundo existen numerosos conflictos armados. Es una especie de tercera guerra mundial combatida por partes y, en el contexto de la comunicación global, se percibe un clima de guerra”. Criticó a aquellos que “especulan con las guerras para vender armas” y exclamó “¡Nunca más la guerra!”.

Determinados gobiernos promueven directamente el armamentismo mundial y todo tipo de guerras e invasiones y luego cínicamente se asombran y se escandalizan por las acciones (abominables por cierto) de determinados grupos fundamentalistas y violentos, como si ellos fueran inocentes “carmelitas descalzas”. Por ejemplo: ¿quiénes hacen jugosos negocios comerciales y políticos con el actual Estado Islámico, vendiéndole sofisticadas armas de gran poder letal?  ¡Oh, los Estados Unidos, Rusia y la Europa “civilizada” y “civilizatoria”! ¡Oh, la “gran” Gran Bretaña!

¡Qué pena -para decir lo menos y conteniendo la indignación- que las destacadas universidades de Oxford y de Cambridge hayan incurrido en ese tipo de comportamientos que describía el diario La Prensa, aprovechándose económicamente y a la par fomentando y legitimando el armamentismo! ¿Estas y otras universidades continuarán, en la actualidad, invirtiendo en empresas que fabrican armas, para proseguir con la destrucción del mundo?

Buenos Aires, Junio de 2015.        

miércoles, 1 de abril de 2015

 
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Nota "Apuntes sobre la FAAPSS y Malvinas", publicada en La Tecl@ Eñe Nº 66, Revista Digital de Cultura y Política (Buenos Aires, 31/3/2015).



APUNTES SOBRE LA FAAPSS Y MALVINAS


                                                                       Norberto Alayón
Profesor Regular Titular – Carrera de Trabajo Social (UBA)


El 2 de abril se cumplen 33 años del intento de la dictadura cívico-militar-eclesiástica que gobernaba al país, de recuperar la soberanía sobre las Islas Malvinas (incuestionablemente argentinas), usurpadas por el imperialismo inglés.

El nefasto y obsceno comportamiento histórico de Inglaterra para con Argentina -en lo militar, en lo económico, en lo político, en lo diplomático, en lo cultural- ha sido, sin lugar a dudas, un factor esencial que atentó sistemáticamente contra las posibilidades de independencia y desarrollo autónomo de nuestro país. Ese accionar permanente de la pérfida “Albion”, justifica la caracterización negativa que muchos argentinos tenemos sobre Inglaterra. Hicieron (y hacen) méritos de sobra para que se los considere como lo que son: inveterados invasores imperiales, que presumen de democráticos y progresistas.

Ni defensa de la dictadura argentina (¡todo lo contrario!), ni labilidad y condescendencia para no definir a Inglaterra tal como corresponde, según su malicioso accionar. Sí portamos nosotros una certeza innegociable: la convicción del legítimo e imprescriptible derecho de soberanía que nos asiste a los argentinos sobre las Islas Malvinas.

Pero estas líneas, aunque obviamente relacionadas con el contexto de guerra de ese momento, no pretenden ahondar sobre el análisis político del conflicto armado, que finalizó el 14 de junio de 1982. Simplemente queremos rescatar y poner a consideración para la reflexión del colectivo profesional, una declaración emanada del Consejo Directivo de la Federación Argentina de Asociaciones Profesionales de Servicio Social (FAAPSS), de agosto de ese año.

La Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (IASSW), había convocado para ese mes al Vigésimo Primer Congreso Internacional de Escuelas de Servicio Social, a llevarse a cabo en la ciudad de Brighton, Inglaterra.

La Federación, que representaba a los trabajadores sociales argentinos, envió el siguiente mensaje que fue leído en la Reunión Plenaria del Congreso Internacional:

“A los señores organizadores y participantes de los Congresos Internacionales de Trabajo Social, Brighton, Inglaterra, Agosto de 1982.
En circunstancias particularmente dramáticas de nuestro país, los miembros de esta Federación, como integrantes que somos de la comunidad universal de trabajo social, enviamos nuestro fraterno saludo a los colegas del mundo reunidos en los congresos internacionales de Brighton, en forma especial a los colegas de Inglaterra y Estados Unidos, a los que suponemos tan dolidos como nosotros y como nosotros también, integrantes de ese ejército de la paz en lucha constante por el logro de una realidad más humana.
Era nuestra intención participar personalmente. Queremos sin embargo colaborar con los encuentros con un pedido especial, es el de incluir un lapso destinado a retrotraerse al congreso internacional de Trabajo Social celebrado en Helsinki en 1972 y volver a reflexionar profundamente sobre los conceptos vertidos en la ocasión por el sociólogo Gunnar Myrdal.
Rogamos tener presente aquel tremendo desafío que lanzara a nuestra profesión; sobre cuya proyección no vaciló en manifestar sus dudas, apoyada como está en valores como la justicia, la libertad y la dignidad, reconocida universalmente durante 2.000 años, en un mundo en el que por paradoja, decía habían reinado sistemáticamente la injusticia y la opresión.
Queremos seguir teniendo fe en nuestra profesión. No solo la que desarrollamos como causa casi (sic) en nuestros países, sino en la que se desarrolla en cualquiera de los países de la tierra, hacer oir una única voz y prevalecer un único lema: el que sustentándose en las palabras de Maritain: “Todo hombre y todo pueblo tiene derecho a alcanzar su destino en la tierra, y a que nada ni nadie pueda amputarle los recursos para llegar a realizarlo”.
En la esperanza de que las deliberaciones de Brighton contribuyan a una mayor aproximación al logro de esa meta reiteramos general saludo.

Por cierto, se produjeron también otro tipo de posicionamientos, de colegas argentinos, que desistieron -ya en el mes de mayo de 1982- de concurrir a dicho Congreso, requiriendo el retiro y la devolución de las ponencias previamente evaluadas y aceptadas por los organizadores, argumentando firmemente sobre las razones políticas y académicas que avalaban tal determinación de no participar en el evento que se iba a realizar en Inglaterra.

La actual conducción de la FAAPSS viene asumiendo firmes e indubitables posiciones sobre la profesión y también sobre temáticas generales que hacen al bienestar general. No solamente concretaron el cambio de fecha del Día del Trabajador/a Social en Argentina, fijándolo en el 10 de diciembre, en consonancia con el Día Internacional de los Derechos Humanos, lo cual vino a plasmar una vieja y legítima aspiración de vastos sectores de la profesión. A ello se suman las significativas declaraciones públicas, en contra de las acciones más agresivas del capitalismo financiero internacional, plasmadas en un nuevo intento de verdaderos crímenes de lesa humanidad a cargo de los “fondos buitre”. Como así también la certera crítica a las prácticas genocidas llevadas a cabo por el gobierno de Israel en contra del pueblo de Gaza.  A la vez, la intensa y eficiente labor desplegada para lograr la sanción de una Ley Federal de Trabajo Social, encuadrada en el contexto de los derechos humanos y en la reivindicación y defensa de los sectores más vulnerados de la sociedad.

No resulta necesariamente útil hacer adivinanzas o futurología para atrás. No obstante lo cual, nos permitimos inferir que las autoridades actuales de la FAAPSS habrían impulsado en 1982 una declaración de otro tenor, probablemente más contundente, ante la Guerra de Malvinas y ante la reiteración de las descaradas prácticas imperiales sobre el territorio nacional. Porque la causa de Malvinas no es solo una causa argentina y latinoamericana, sino que constituye una estratégica causa universal por la defensa y la reivindicación de la dignidad y la soberanía de todos los pueblos del mundo.


Buenos Aires, marzo 31 de 2015.

viernes, 6 de marzo de 2015

Entrevista a Norberto Alayón sobre Pobreza y AUH. Programa "Tercer Tiempo", conducido por Sara Di Tomaso, en Radio Palermo FM 94.7 (6/3/2015).
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viernes, 13 de febrero de 2015

LOS ARGENTINOS QUE DEFENDEMOS AL PAÍS NO VAMOS A LA MARCHA DEL 18 F

Según el diario “Clarín”, representante junto al diario “La Nación” del poder mediático hegemónico que apunta a desestabilizar al gobierno constitucional, algunos argentinos que se encuentran veraneando en Playa del Carmen (México) han convocado en esa ciudad turística a la marcha opositora del 18 F. Parece tratarse de un interesante ejercicio de participación cívica, de ciertas clases sociales, que luego de la eventual concentración podrán continuar disfrutando sus vacaciones en los hoteles de 5 estrellas ("all inclusive"), de esas hermosas playas.

Esta suerte de obscenidad quejosa de los que tienen más, de los que poseen mucho más, revela la aspiración de estos sectores sociales de mantener evidentes privilegios por sobre los derechos del conjunto de la población. Ven afectados sus intereses (a veces apenas los simbólicos) por los proyectos nacionales y populares que se vienen desplegando en Argentina y en varios países de la América Latina y se muestran dispuestos a todo para desgastar y hasta interrumpir los mandatos democráticos. 

Los sectores conservadores, la Sociedad Rural Argentina, la gran burguesía, los que apoyaron a la genocida dictadura cívico-militar-eclesiástica de 1976, los neoliberales liderados por el Partido PRO del procesado Mauricio Macri, los oportunistas políticos de oposición que asumen objetivamente posiciones antinacionales, han convocado -con la excusa del fallecimiento del Fiscal Alberto Nisman - a una “Marcha del Silencio” para el 18 de febrero.

Dicho marcha constituye, sin lugar a dudas, una maniobra claramente destituyente que pretende debilitar y desestabilizar al gobierno, con el tácito apoyo de la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica.

Las argentinas y los argentinos, que reivindicamos la vigencia de proyectos nacionales y populares, NO APOYAMOS NI ASISTIREMOS a la parodia democratista de los sectores que se proponen desgastar y tumbar al gobierno constitucional, haciendo retroceder a la Argentina -y también a otros gobiernos populares de América Latina- hacia las épocas más oscuras de la violación de los derechos humanos y sociales de las mayorías.  

¡POR LA DEMOCRACIA, POR LA SOBERANÍA, POR LOS DERECHOS HUMANOS, POR EL DESARROLLO CON JUSTICIA SOCIAL!

Buenos Aires, febrero 13 de 2015.

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Prof. Norberto Alayón
Facultad de Ciencias Sociales (UBA)
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martes, 3 de febrero de 2015

Nota "Jauretche y Piketty", publicada en el diario "Tiempo Argentino" (Buenos Aires, 03/02/2015).
 
 
JAURETCHE Y PIKETTY
                                                                                                                                  Norberto Alayón (*)

(*) Trabajador Social. Profesor Titular Regular de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA)

Thomas Piketty es un economista francés, autor del exitoso libro “El Capital en el siglo XXI”. Se autodefine como un científico social que reclama para la economía “la necesidad de un abordaje que contemple la dimensión histórica, donde el conflicto juegue un rol más relevante”.
Arturo Jauretche fue un ensayista y político argentino que escribió “… con la esperanza de proporcionar al sociólogo, desde la orilla de la ciencia (destacado mío), elementos de información y juicio no técnicamente registrados…”. Anheló acercarse a José Hernández, autor del “Martín Fierro”, a quien definió como “un sociólogo nuestro que tampoco era de la especialidad”, pidiendo que “me ayuden a ponerme en la huella de tan ilustre marginal de lo científico”.
En un reciente reportaje del diario “Página 12” , Piketty señaló que “Por mucho tiempo, los economistas han tratado de presentar la economía como un tema tan sofisticado que es imposible de comprender para el resto del mundo. Eso es un chiste. Lo mejor que podemos hacer los economistas es ser modestos”. Y se preguntó: “¿Por qué se volvió tan complicada la economía? El abuso de la matemática es una forma fácil de parecer científico, es una estrategia que tiene que ver con el funcionamiento de la academia y las relaciones de poder”.
Jauretche, hace más de 40 años, nos había alertado que “cuando los economistas hablan muy difícil y nadie los entiende, no es que uno sea burro sino que seguro nos quieren meter el perro”. Sin desdeñar, de modo alguno, de la necesaria dimensión científica, me acuerdo igualmente de aquellos versos del “Martín Fierro”, cuando decía: “Hay hombres que de su cencia (sic) tienen la cabeza llena; hay sabios de todas menas, mas digo sin ser muy ducho, es mejor que aprender mucho, el aprender cosas buenas”.
Piketty señala que “La economía es una ciencia social que debe ser más humilde”, agregando que “Los temas económicos son demasiado importantes como para que sean dejados a los economistas”. Y Jauretche decía que “En economía no hay nada misterioso ni inaccesible al entendimiento del hombre de la calle. Si hay un misterio, reside él en el oculto propósito que puede perseguir el economista y que no es otro que la disimulación del interés concreto a que se sirve”.
Jauretche afirmaba que “La economía moderna es dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos. Estamos en un mundo económicamente organizado por medidas políticas, y el que no organiza su economía, políticamente es una víctima. El cuento de la división internacional del trabajo, con el de la libertad de comercio, que es su ejecución, es pues una de las tantas formulaciones doctrinarias, destinadas a impedir que organicemos sobre los hechos nuestra propia doctrina económica”.
Piketty, por su parte, critica al sistema financiero afirmando que “La clave para el desarrollo en América latina es generar los ahorros internos, la acumulación de capital y la acumulación de conocimiento para desarrollar otros sectores no vinculados a los commodities sin apoyarse demasiado en la inversión extranjera. El sistema financiero ha sido una fuente de inestabilidad. En los textos de economía se supone que la inversión extranjera es buena, pero en la vida real es muy difícil administrarla. La Argentina es lo suficientemente sabia para no depender demasiado del sector financiero internacional y sí recurrir el ahorro interno”. Jauretche había destacado, hace ya demasiado tiempo, que “Ese es el gran problema argentino; es el de la ‘inteligencia’ que no quiere entender que son las condiciones locales las que deben determinar el pensamiento político y económico”.
Supeditar los intereses nacionales al interés extranjero es una constante de los sectores conservadores del país. Mauricio Macri, el máximo dirigente del partido político PRO, expuso con contundente claridad su idea de cómo “defender” a la Argentina ante los embates de las “fondos buitres”, apoyados por el sistema judicial del imperio norteamericano. El procesado Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires expresó: “Ahora hay que ir, sentarse en lo del juez Griesa y hacer lo que diga”. ¡Fantástica propuesta! Este es el pensamiento genuino, reaccionario pero coherente con su ideología, de quien pretende ser el presidente de todos los argentinos. Si los argentinos nos decidiéramos por esta opción, quedaría gravemente afectada la posibilidad de garantizar la soberanía nacional y la consolidación de un sostenido bienestar social para la totalidad de los habitantes.
El francés Piketty y el argentino Jauretche quedan ligados en la aspiración de enfrentar los graves riesgos de la creciente y obscena concentración de riqueza, acerca de la cual Piketty afirma que “No podemos confiar en que las fuerzas naturales van a conducir ese proceso a un final razonable. Se requieren instituciones públicas fuertes. Los Estados de bienestar pueden hacer la diferencia”; añadiendo que “las instituciones de los Estados de bienestar son frágiles y están siendo amenazadas”.
Este economista, que en su libro enfatiza que “El análisis erudito jamás pondrá fin a los violentos conflictos políticos suscitados por la desigualdad”, cierra su importante obra con una suerte de cruel y certero aforismo: “Quienes tienen mucho nunca se olvidan de defender sus intereses”. Estoy seguro que Jauretche, “desde la orilla de la ciencia”, suscribiría fervientemente esta última afirmación del francés.
   
Buenos Aires, febrero 03 de 2015

lunes, 2 de febrero de 2015

Nota "LOS ESPÍAS DE LA CIA"

Nota breve "Los espías de la CIA", publicada en La Tecl@ Eñe,  Revista Digital de Cultura y Política (Buenos Aires, 02/02/2015).