“INFECTADOS DE ODIO” (posteo que subí a Facebook en Mayo
del 2020). Ya en esa fecha se verificaban significativas expresiones de odio.
Cuando Eva Perón estaba
gravemente enferma, surgieron en Buenos Aires mensajes y pintadas que decían “VIVA EL CANCER”, lo cual demostraba un
malsano deseo y regocijo a la vez, ante el padecimiento de Evita. Deseando la
muerte, estos mensajeros de lo inhumano creían que se podría interrumpir el
proyecto nacional y popular del peronismo de entonces. Varios de ellos
participaron de acciones terroristas bajo la figura de lo que fue reconocido
como los “comandos civiles”, quienes llevaban a cabo atentados diversos y
colocación de bombas. Fue el preludio de los asesinatos perpetrados por los
aviones militares, en junio de 1955, con los bombardeos y ametrallamientos a
civiles indefensos (hombres, mujeres y niños) en la Plaza de Mayo, provocando
cientos de muertos y heridos.
Hoy, ante la grave presencia de
la pandemia del Covid-19, los herederos ideológicos y políticos de aquel
antiperonismo fanático ¿acaso propician un mensaje similar: “VIVA EL VIRUS”?
Los Sebreli, los Lopérfido, los Brandoni, los Sabsay, los Andahazi, los
Kovadloff, los Palermo, los Tonelli, las Pitta, las De Riz, las Mandelbaum,
forman parte y lideran una cruzada anticuarentena, con ribetes oscurantistas
propios del medioevo, ajenos a la racionalidad que debe ser patrimonio
ineludible de investigadores e intelectuales.
Convocan a la “desobediencia
civil” contra el gobierno democrático; imputan al prestigioso infectólogo Pedro
Cahn de un accionar “terrorista”; acusan al gobierno de promover una
“infectadura”, en un malicioso juego de palabras entre infección y dictadura.
¡Justo ellos, miembros y adherentes del proceso más devastador, con marcado
autoritarismo incluido, que debió soportar la Argentina con el gobierno
macrista!
Los personeros de la derecha
desestabilizadora y sus aliados, con asombrosa y delirante insania, evidencian
que están infectados. No por el coronavirus, si no por algo muchísimo más
grave: ESTÁN INFECTADOS DE ODIO.
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