viernes, 28 de octubre de 2016

Nota "LOS AMIGOS MAURICIO TRUMP Y DONALD MACRI".
En Revista "La Tecl@ Eñe" - Buenos Aires - 27 de octubre de 2016.

http://www.lateclaene.com/norbertoalayn-c808

Según el testimonio de Gabriela Cerruti (en su libro “El Pibe” del 2010) “Mauricio Macri y el misionero Ramón Puerta (actual embajador argentino en España) se conocieron en la Universidad Católica de finales de los setenta, cuando buscaban su título de ingeniero. Tenían la misma edad y la misma pasión por las niñas jovencitas. Desde entonces se hicieron buenos amigos y solían compartir desde viajes por el mundo a negocios fabulosos en la provincia de la que Puerta fue tres veces gobernador.
Puerta fue bautizado por Carlos Menem como “el alumno más aplicado del modelo” y tuvo el récord de haber privatizado el Banco de la Provincia de Misiones, que su abuelo había fundado.
Ramón Puerta se dedicaba a disfrutar los placeres de la vida en sus plantaciones cuando Mauricio Macri ya visitaba Misiones con su padre para ver avanzar las obras de la represa Yacyretá. La construcción de la represa fue decidida por el gobierno peronista en 1973, pero su licitación se entregó en plena dictadura militar a un consorcio integrado, entre otros, por IMPRESIT-SIDECO.
Yacyretá fue terminada recién en 1998 y acumuló causas judiciales y comisiones investigadoras por los precios exorbitantes que terminaron pagándose por sus obras; la utilización ilegal de mecanismos de reembolso, como los de la promoción industrial, que fueron adjudicados a los consorcios extranjeros mediante falsa documentación, y las denuncias de ambientalistas y hasta el Banco Mundial por la afectación a la zona, a los ríos, las Cataratas del Iguazú y el desplazamiento de más de cuatro mil familias que vivían en la zona.
Los sobreprecios por Yacyretá y las maniobras de dilación fueron tan exorbitantes, que tuvo la rara paradoja de ser nombrada por el presidente Carlos Menem (que sí poseía buen conocimiento de estos temas) como “el monumento a la corrupción”.
M.Macri llegó a cambiar su domicilio y fijarlo en Misiones para poder acceder tanto a votar a su amigo, como a participar de todas las contrataciones del Estado que exigían residencia en la provincia.
En algunos años, las empresas de Mauricio Macri se hicieron cargo de la construcción del puente Posadas-Encarnación; la fábrica de Celulosa Puerto Piray (que quedó a medio construir y fue adquirida así por el Citibank); el asfaltado de la ruta 12 que accede a Cataratas del Iguazú; la pavimentación de la ruta 103; y el asfaltado de la pista del Aeropuerto de Apóstoles.
El gran negocio para SIDECO fue la construcción de la represa Urugua-í, que no sólo copió el modelo de generación eléctrica de Yacyretá sino también el esquema de pagos y reembolsos. La obra presupuestada en 80 millones de dólares costó finalmente 300 millones y terminó en una causa por defraudación y estafa contra el gerente del emprendimiento, Néstor Grindetti, quien iba a ser luego ministro de Hacienda de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires. (Grindetti es actualmente el intendente de Lanús en la provincia de Buenos Aires y titular de cuentas offshore no declaradas, en los “paraísos fiscales” de Panamá).
Mauricio logró hacerse acreedor del contrato para construir la costanera de Posadas, un paseo con vista al nuevo espejo de agua de la ciudad, que formaba parte del plan de obras post-Yacyretá. La costanera se convirtió en un lugar de paseo obligado de los misioneros y en un chiste ineludible: “Cada metro de la costanera cuesta más que un metro de subterráneo en París”.
Si Gregorio Chodos ofició de padrino y protector en su vida privada y empresaria, y Nicolás Caputo de amigo todo terreno en las buenas y en las malas, fue sin duda Ramón Puerta el gran jefe, compinche, consejero, de Mauricio Macri en su carrera política. Tanto fue así que Macri pensó seriamente en iniciar su carrera política como candidato a diputado nacional por Misiones en el año 1999, acompañando la lista que llevaba a Ramón Puerta de candidato a senador.
Si puerta le abrió a Mauricio Macri su estancia, sus consejos políticos y la obra pública en Misiones, Mauricio le llevó a la provincia un contacto inestimable: el magnate Donald Trump se hizo cargo del Casino, el primero privatizado del país. Trump se asoció para esto a Miguel Egea, ese oscuro personaje del menemismo relacionado con ex represores de la Escuela de Mecánica de la Armada.”  

Rodrigo Lloret, en el Diario Perfil, menciona que “los empresarios Trump y Mauricio, devenidos en políticos, se conocieron cuando el argentino tenía 24 años y el norteamericano 40. “Es una larga historia, de hace mucho tiempo. Fue cuando tuve que cerrar un negocio familiar en Nueva York”, le dijo Macri a la cadena estadounidense CBS, cuando le preguntaron por sus vínculos comerciales con el republicano. En esa entrevista, transmitida para los Estados Unidos, Macri reconoció que las gestiones que tuvo que realizar con Trump representaron su debut en los emprendimientos internacionales.
La historia fue revelada en Estados Unidos en la biografía del magnate neoyorkino, titulada Trump: The Deals and the Downfall (Trump: los negocios y la caída), escrita por el periodista Wayne Barret, que realizó investigaciones para Newsweek y también fue docente de periodismo en la Universidad de Columbia.
Desde 1979 hasta 1984, el Grupo Macri quiso construir conjuntamente con el Grupo Trump un edificio de 150 pisos en Nueva York, sobre una propiedad que Franco Macri había comprado en el lado oeste de Manhattan. El Proyecto Lincoln West no prosperó, pero generó una muy buena relación entre los empresarios y, con el tiempo, Trump empezó a visitar a sus amigos argentinos para alojarse en la quinta Los Abrojos -el refugio que Macri tiene en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas-, o en la mansión que la familia del ex presidente de Boca tiene en Punta del Este.
“Me encanta Buenos Aires, es una hermosa ciudad. Conozco grandes hombres de negocios en la región, como Macri. Es un buen tipo”, confesó Trump en 2012 al diario La Nación, cuando anunció una inversión de 100 de millones de dólares en la Trump Tower, construida, precisamente, en Punta del Este. “Conozco a los dos (Macri), al padre y al hijo, que ahora es jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Me caen bien y creo que son una gran familia.”
El 31/7/15 , Laura Cortés escribió en InfoBaires 24  “el periodista norteamericano Joe Goldman, quien vive hace varios años en el país y se desempeña como corresponsal y productor de ABC News, se refirió a la biografía no autorizada del magnate ultraderechista Donald Trump, escrita por su amigo personal, Wayne Barrett. Allí, Barrett revela los estrechos vínculos de Trump con la familia Macri; tanto con Franco como con el ahora candidato presidencial por el PRO, Mauricio.

“El grupo Macri intentó hacer negocios contruyendo un edificio de 150 pisos en Nueva York sobre una propiedad que Franco había comprado en el lado oeste de Manhattan”, contó Goldman.
Efectivamente, a principio de los ’80, la familia Macri, enriquecida durante la dictadura cívico-militar que se encargó de estatizar su deuda, decidió globalizar su negocio comprando propiedades en la ciudad de Nueva York. “Macri Group” adquirió el 65% de Lincoln West, el predio más importante y caro de toda la isla de Manhattan.
El empresario estadounidense había sido su dueño hasta 1979, cuando se desencadenaron una serie de protestas vecinales y quejas de urbanistas por la insólita idea de erigir un edificio de semejante tamaño. Por eso, Trump utilizó a los Macri como fachada, mientras él tramitaba los cambios de ordenanzas, leyes de vivienda, medio ambiente y demás, que estaban frenando su millonario negocio.
El pequeño hijo del empresario Macri, de por entonces 21 años de edad, se involucró personalmente en el proyecto faraónico que desarrollaron las empresas de manera conjunta. Por esa razón, cuando Trump vino a la Argentina, en 1984, “Mauricio Macri fue el encargado de hacer el tour para él, incluyendo un asado en el campo y golf con Donald Trump y su esposa Ivanna”, precisó Goldman.
En definitiva, ese fue el debut de Macri hijo en los negocios familiares. El periodista norteamericano agregó, además, que Trump “no es muy bien visto en los Estados Unidos por sus vínculos con gángsters y con la mafia de Nueva York y Atlantic City”. Pero si hay algo que tienen en común los dos candidatos a presidente, es su claro tinte xenófobo, su impronta conservadora y neoliberal y su larga lista de turbias amistades.”
Juan Cruz Sanz, en Infobae del 27/9/16, hace referencia al libro de Franco Macri del 2013 (“Charlas con mis nietos”), en donde se puede leer: “Estábamos con Mauricio en Nueva York en medio de difíciles negociaciones con Donald Trump por Lincoln West, un proyecto inmobiliario que pretendimos realizar y que terminamos vendiendo a Trump por 95 millones de dólares en diciembre de 1984.”
El 25/9/16, en la publicación “Nuestras Voces”, Gabriela Cerruti escribe una nota titulada “Buenos Muchachos”, donde expresa que “Mauricio Macri y Donald Trump prefieren no recordar sus años juveniles en Nueva York, cuando compartieron negocios, relaciones con la Cosa Nostra y megaproyectos inmobiliarios. Los vínculos de Trump con la mafia se colaron en la campaña electoral, y Macri conoce bien el tema. Alguna vez recibió de manos del hoy candidato republicano un cheque por ciento cincuenta millones de dólares.
El secreto mejor guardado entre Donald Trump, Mauricio y Franco Macri es qué sucedió en aquella suite del Sherry Netherlands Hotel en la que sellaron un acuerdo de negocios y silencio. Mauricio se quedó con un cheque de 150 millones de dólares y la amistad perpetua del magnate de la televisión norteamericana. Trump, con un negocio inmobiliario en West Manhattan y la promesa de inversiones en la Argentina.
“Me acuerdo lo que me impactó ese cheque”, recuerda el ahora Presidente argentino. “Me acuerdo que cuando vi esa cantidad de ceros pensé: nunca más voy a ver un cheque así en mi vida”. Fue el primer gran negocio de la Familia que quedó en manos de Mauricio y el intento de los Macri por hacer pie en la intrincada Manhattan de los años ochenta. Pero Nueva York, y en particular el negocio inmobiliario, el de la recolección de residuos y el de los juegos de azar, estaba dominado en ese momento por las cinco familias de La Cosa Nostra. De la mano del alcalde Edward “Ed” Koch, Trump llevaba adelante en ese momento proyectos inmobiliarios y se quedaba con los principales casinos de la ciudad.
Fue Koch, precisamente, uno de los nexos entre Macri y Trump. Alentado por los millonarios negocios que hacía en la Argentina durante la dictadura militar y con muchos dólares para sacar del país, los Macri llegaron a Nueva York para asociarse con Waste Managment Inc y formar Manliba, la empresa de recolección de residuos con la que se privatizó por primera vez ese servicio en la ciudad de Buenos Aires durante la intendencia militar del brigadier Orlando Cacciatore.
Waste Managament Inc y SIDECO también incursionaron como sociedad en el negocio en Brasil, quedándose con ENTERPA AMBIENTIAL SA de Brasil durante el mismo período en que FLEG TRADING ponía los 9,3 millones de dólares para adquirir la parte de SOCMA AMERICANA en OWNERS. Waste Managment Inc. fue investigada por sus vínculos con las cinco familias de La Cosa Nostra, principalmente los Genovese, y treinta y dos de sus principales directivos terminaron en prisión.
El encargado de abrir las puertas a los Macri en ese mundo ítalo neoyorkino fue Giorgio Nocella, un amigo que llegó de la mano del Avvocato Giovanni Agnelli, uno de los hombres más poderosos de Italia en los años ochenta. Agnelli, Capo de la Fiat, presentó a Nocella y Macri, y desde entonces pasaron a formar una Familia en la que compartían cumpleaños, negocios y sociedades offshore. Varias de esas sociedades son las que han aparecido recientemente en los Panamá Papers y los Bahamas Leaks que han publicado diarios de todo el mundo, como “Página 12” y “La Nación en la Argentina.
Nocella llevó a Sideco y los Macri a Venezuela, para incursionar en el negocio del petróleo y las autopistas, y allí conocieron a Diego Arría, intendente entonces de Caracas y hoy ferviente opositor al gobierno de Hugo Chávez, y a Abraham Hirschfeld, un sofisticado personaje centro de relaciones políticas, empresariales y mafiosas en los Estados Unidos. Ese grupo de negocios es el que desembarcó en Nueva York para intentar el sueño americano aliados con Donald Trump.
Alentados por haberse quedado con el negocio de la basura, Franco envió a Mauricio Macri a instalarse en los Estados Unidos para llevar adelante su proyecto inmobiliario. Se trataba de un complejo de torres en Penn Station, una vieja playa de maniobras de ferrocarriles en la zona Noroeste de Manhattan. Las tierras habían sido adquiridas por Trump y Hirschfeld en un principio, pero era necesaria una ardua negociación con la política local para conseguir la rezonificación del lugar y el crédito para financiarlo.
Trump le vendió entonces su parte a los Macri que se asociaron con Hirschfeld, conocido como “el señor garaje” porque había adquirido todos los terrenos fiscales y baldíos de Nueva York para convertirlos en playas de estacionamiento. En el final de la década del 90, Hirschfeld terminó finalmente en prisión, condenado por haber contratado un sicario para asesinar a un socio, y desde allí mandó matar también a la jueza que seguía su causa. Un poco después, fue el primero en proponer a Donald Trump como candidato a presidente.
Macri llevó como asesor para el emprendimiento a José Alfredo Martínez de Hoz. Debían armar una ingeniería financiera que permitiera obtener un préstamo del Chase Manhattan. Al mismo tiempo, trataban de convencer a la opinión pública progresista de la ciudad para que no se opusiera a la construcción de torres y para despegarse de la imagen del grupo argentino cercano a los militares que se había instalado en la prensa del lugar como el Village Voice, que publicaba permanentemente artículos en contra de la incursión macrista.
Un personaje inesperado se sumó al grupo: de la mano de José López Rega y su vínculo con Licio Gelli, el ex secretario de Vivienda de Isabel Perón, Juan Carlos Basile, comenzó a oficiar de nexo con los sindicatos de la construcción y las Familias. “Mauricio me llamó a Buenos Aires, nos encontramos en el edifico Catalinas y le dije: ustedes creen que porque conocen las Familias italianas tienen todo cerrado. Pero Nueva York es distinto, son cinco grupos y tienen repartidos los negocios”.
Con la ayuda del alcalde Koch y muchos millones distribuidos en prensa, propaganda, sindicatos y concejales, el proyecto finalmente fue aprobado. Pero el Chase Manhattan, que tenía que otorgar el crédito para la financiación, exigió que se sumara un “emprendedor reconocido” y allí volvió Trump a escena. Fueron meses de negociaciones en los que Mauricio terminó haciéndose íntimo amigo.
 “Yo creo que me ayudó en esa negociación la audacia de mis veintipico. Trump era loco, caprichoso, y yo llegaba tarde a las reuniones, se las cambiaba de horario. No, Donald, salgamos con chicas esta noche y mañana reunámonos a la tarde…”, cuenta Mauricio. Trump vino varias veces a Buenos Aires, donde se alojaba en la quinta Los Abrojos de los Macri en Malvinas Argentinas y en Terrazas de Manantiales. También recorrió Misiones, donde años más tarde lograría de la mano del actual embajador en España, Ramón Puerta, quedarse con la privatización del primer Casino privado de la Argentina.
En algún momento, la negociación fracasó. Trump no se sumó al proyecto sino que volvió a comprar la parte de Macri con ese cheque en esa reunión. Franco siempre creyó que había un acuerdo entre Mauricio y Trump para que ellos llevaran adelante todo el trabajo y la inversión para conseguir la aprobación del proyecto y la rezonificación y devolvérselo al ahora candidato republicano.
Junto a la publicación de The Washington Post también un libro en Buenos Aires vuelve sobre la oscura relación de Trump con Mauricio Macri. A veinte años de su secuestro, Natasha Niebieskikwiat sostiene que Franco Macri estaba convencido que era una venganza de Trump. Tanto que así se lo dijo al entonces embajador de Estados Unidos en la Argentina, Terence Todman, que le sugirió que contratara a un investigador ligado a la CIA, Mike Akerman. El ex “topo” de la Central de inteligencia americana es desde entonces el hombre encargado del espionaje y la seguridad de Socma, y estuvo implicado en la causa de las escuchas ilegales cuando Mauricio Macri era jefe de gobierno.”   


Gabriela Cerruti, Rodrigo Lloret, Laura Cortés y Juan Cruz Sanz dan cuenta inequívoca acerca de los estrechos vínculos entre estos oscuros personajes, empresarios millonarios, norteamericano uno y argentino el otro, volcados a la política, asumiendo proyectos marcadamente antipopulares .                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    

lunes, 24 de octubre de 2016

“EL INDEC DE MACRI” 

“El Indec de Macri y otros organismos del área económica-laboral que difunden estadísticas están ocupados en distorsionar la realidad anterior y actual con el objetivo de confundir el análisis presente y reescribir la historia pasada reciente. Para ello el manoseo de las estadísticas es una de las principales armas, esta vez con el apoyo del FMI y de profesionales críticos del Indec kirchnerista y que ahora no se animan o no quieren observar las maniobras del Indec macrista”.
Por Alfredo Zaiat – Diario “Página 12” – 23/10/2016

El 1º de enero de 2016 yo escribí una breve nota, luego publicada en el libro “NO a la Argentina conservadora” (Editorial Espacio-2016), con el título “El gobierno de Macri y el Indec”. Ahí consignaba, entre otras consideraciones, que:

“Jorge Alberto Todesca, designado por el gobierno neoliberal de Mauricio Macri como nuevo responsable del INDEC, era (o tal vez siga siéndolo) titular de la consultora privada Finsoport Economía & Finanzas. Con muy pocos empleados, para la empresa que se proponía, el hoy nombrado titular de este Instituto oficial, fue uno de los principales impulsores del denominado “IPC Congreso” que difundían todos los meses distintos diputados nacionales de la oposición. Lo hacían en los salones del Congreso Nacional y los diarios opositores, varios de ellos indisolublemente ligados a la dictadura cívico-militar-eclesiástica de 1976, los propalaban con importante despliegue periodístico y las fotos con los cartelones que preparaban para tal fin.
Quien lideraba estas escenas mediáticas era la diputada Patricia Bullrich, que hoy ascendió al cargo de ministra de Seguridad de la Nación. También en estos programas mensuales posaban para la foto otros diputados, algunos inefables: Eduardo Amadeo, Paula Bertol, Carlos Brown, Pablo Tonelli, Federico Sturzenegger, Alberto Asseff, Ramona Pucheta, Ricardo Gil Lavedra, Juan Pedro Tunessi, Patricia Giménez, Cornelia Schmidt-Liermann, Patricia de Ferrari, Elsa Alvarez.
Al respecto, Patricia Bullrich con su estilo usual, afirmaba que se creó “una institución de verdad en oposición a las cifras mentirosas del INDEC”. Con singular audacia, caracterizó como “institución” a algunos datos opinables proporcionados por empresas privadas opositoras al gobierno”.


viernes, 14 de octubre de 2016

LA HERMANA DE LA REINA MÁXIMA ¿ÑOQUI REAL?” 
Octubre 13 de 2016.

El 10 de febrero de 2016, el presidente neoliberal Mauricio Macri y su ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley firmaron el decreto 331/2016, por medio del cual designaron -con retroactividad al 10 de diciembre de 2015- a Inés Zorreguieta Cerruti.

Inés, de 31 años, cantante, psicóloga graduada en 2010 en la Universidad de Belgrano, es la hermana menor de Máxima, la Reina de Holanda. Su padre, Jorge Zorreguieta, fue Subsecretario de Agricultura del dictador Jorge Rafael Videla y Secretario de Agricultura y Ganadería del dictador Roberto Viola. Diversas fuentes periodísticas dan cuenta que Inés registra desde hace mucho tiempo importantes problemas de salud. Vivió varios meses en Panamá, hasta fines del 2012, ocupando un cargo de Analista de Investigación en la sección Project Service de las Naciones Unidas, el cual le habría sido conseguido por gestiones de su hermana Máxima, la Reina.

Zorreguieta fue designada por Macri y Stanley en el cargo de Directora de Despacho y Mesa de Entradas de la Dirección General de Administración de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales de la Presidencia de la Nación.

Según información oficial, el Consejo Nacional es un Organismo de Presidencia de la Nación, creado en el año 2002, con la finalidad de lograr una correcta y eficaz administración de los recursos del Estado destinados a la política social. Es un espacio articulador de planificación y coordinación de la política social nacional para mejorar la gestión de gobierno. La Presidenta Honoraria es Carolina Stanley, la Secretaria Ejecutiva es Gabriela Agosto y la Coordinadora Técnica es Catalina De La Puente.

En el artículo 4º del mencionado decreto presidencial se consigna que Inés es designada “con una remuneración equivalente a Nivel B – Grado 0, autorizándose el correspondiente pago de Función Ejecutiva Nivel III, con autorización excepcional por no reunir los requisitos mínimos (destacado mío) establecidos en el artículo 14 del Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP), aprobado por el Convenio Colectivo de Trabajo Sectorial homologado por el Decreto Nº 2098/08, con excepción al artículo 7º de las Leyes Nros. 27.008 y 27.198”.

No poseo información acerca de si Inés Zorreguieta Cerruti continúa a la fecha en su cargo de Directora, ni tampoco si percibió remuneración entre el 15 de diciembre de 2015 y el 10 de febrero de 2016, en que fue designada con retroactividad sin reunir los “requisitos mínimos” para la función.

“Su Majestad la reina Máxima” acaba de visitar nuestro país, desplegando una intensa actividad de objetivo apoyo al gobierno nacional. Se entrevistó con la canciller Susana Malcorra y con la vicepresidenta Gabriela Michetti. Brindó dos conferencias: una junto al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, destinada a CEOs del sector financiero; y otra con el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, exclusiva para alumnos y docentes de la Pontificia Universidad Católica Argentina. En la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) disertó frente a un grupo de banqueros sobre un tema sugestivo: “Desafíos para fortalecer y expandir la inclusión financiera”, actividad a la cual asistió Carlos Melconián, presidente del Banco Nación. Asimismo mantuvo un encuentro informal con varios ministros y funcionarios de alto nivel: Carolina Stanley, Francisco Cabrera, Ricardo Buryaile, Oscar Aguad, Jorge Triaca, además de Michetti, Sturzenegger y Prat-Gay.

En su conferencia en la UCA, la reina de Holanda afirmó que el gobierno “está en perfectas condiciones de revertir la situación de pobreza” por la que atraviesa el país. El presidente Macri, durante la campaña electoral, había prometido con énfasis que lograría la “pobreza cero”, aunque ahora -ya elegido- fue informado de que la “pobreza cero” no existe en ningún país del mundo y entonces define esa eventual búsqueda de su gobierno como un proceso de largo alcance.

Al día siguiente mantuvo un almuerzo en la residencia presidencial de Olivos junto a Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada. En lenguaje edulcorado y no casual, de época macrista, el tradicional diario conservador “La Nación” escribió: “Las dos argentinas distinguidas, entre otras cosas, por su elegancia y buen gusto volvieron a destacarse por el estilismo elegido para el encuentro”. Cabe precisar que Máxima nació en el país, pero renunció a la nacionalidad argentina.

Cuando Inés Zorreguieta Cerruti, hermana de la reina de Holanda e hija de Jorge (que según el diario Clarín “viaja de incógnito a Holanda para evitar los escraches por su pasado político”) fue designada por Macri y Stanley como Directora en un área de Presidencia de la Nación, los medios de ese país europeo reflejaron el caso de ese nombramiento con términos como “ñoqui real” y “nepotismo”.