miércoles, 30 de diciembre de 2015

¡EN DEFENSA DE L@S TRABAJADORES SOCIALES!
¡CONTRA LAS AMENAZAS ENCUBIERTAS DE DESPIDOS!
El presidente neoliberal Mauricio Macri firmó el decreto 254/2015 ordenando “revisar” los contratos de los empleados estatales de toda la administración pública, como así también la continuidad de los que concursaron sus puestos en los últimos dos años.
Mañana, 31 de diciembre, vencen los contratos de la mayoría de los estatales precarizados y el gobierno del PRO-Cambiemos, que prometió con solemnidad “pobreza cero”, habilita la renovación por sólo tres meses de la contratación del personal, lo cual genera un cuadro de enorme preocupación ante la inestabilidad e inseguridad de mantener los puestos de trabajo.
Respetuosamente, me permito sugerir para el campo del Trabajo Social que los Colegios y Consejos Profesionales soliciten una urgente entrevista con la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, para hacerle presente la preocupación y la decisión de defender a l@s profesionales, ante la eventualidad de la pérdida de sus lugares de trabajo.
La misma decisión podría adoptarse, por parte de los Colegios de Trabajo Social de todas las provincias y de la CABA, requiriendo entrevistarse con l@s respectivos ministros de Desarrollo Social o Bienestar Social de cada jurisdicción.
Buenos Aires, diciembre 30 de 2015.

jueves, 24 de diciembre de 2015

NOTA "LOS 12 INTELECTUALES DE MACRI" - Publicada en la Revista La Tecl@ Eñe - Buenos Aires - 24/12/2015


LOS 12 INTELECTUALES DE MACRI
  
                                                           Norberto Alayón
Profesor Titular – Facultad de Ciencias Sociales (UBA)

 Ayer, 23 de diciembre, doce intelectuales concurrieron a la Casa Rosada y se entrevistaron con el presidente Mauricio Macri, a quien le expresaron su adhesión general a las medidas iniciales del nuevo gobierno.

Estuvieron presentes Marcos Novaro, Eduardo Zimmermann, Eduardo Levy Yeyati, Eduardo Fidanza, Ernesto Schargrodsky, Liliana de Riz, Natalio Botana, Hilda Sábato, Luis Alberto Romero, Vicente Palermo, Alejandro Katz y Juan Gabriel Tokatlian.

Obviamente, y por supuesto fuera de toda discusión, es incuestionable el absoluto derecho de cualquier ciudadano, de cualquier intelectual, de apoyar al empresario y político neoliberal que hoy es el presidente constitucional de los argentinos.

“El Presidente fue breve y, según relataron al diario Página 12 algunos de los invitados, habló sólo cuatro minutos (destacado nuestro) al final de la reunión para agradecer las presencias y resaltar la necesidad de saldar “la polarización que existe en determinados sectores de la sociedad”.

El diario “La Nación” narra que “el presidente recibió a un nutrido grupo de intelectuales, con quienes evaluó los primeros días de gobierno” y más adelante, en la misma crónica, aunque ya no habla de “nutrido grupo”, precisa que se trató de “12 personalidades provenientes de las ciencias humanísticas, económicas y políticas, investigadores e historiadores con quienes intercambió ideas sobre el país que viene”.

El sociólogo Eduardo Fidanza dijo que Macri “es un hombre que escucha y nos convocó para que dijéramos lo que pensábamos”. Lo más interesante sería saber qué escucha el Presidente, a qué sectores sociales o a sus representantes escucha y fundamentalmente qué es lo que está haciendo en estos primeros días. También sería bueno saber, con más detalle, qué le habrán dicho las “12 personalidades” acerca de lo que pensaban ellos sobre Macri y el confrontativo accionar de su gobierno.

Según “Página 12”, uno de los asistentes dijo: “Hubo una impresión general muy positiva. Los pasos iniciales del Gobierno en términos generales nos parecían buenos, compartibles, que infundían un optimismo acerca del futuro político”. A contramano de esta opinión, para muchos otros intelectuales (más de 12) la impresión sobre este gobierno es muy negativa e infunde un marcado pesimismo acerca del futuro del país, sobre todo para las clases populares.

El sociólogo Juan Gabriel Tokatlian afirmó que “Fue un encuentro constructivo en la medida que ésta es una coyuntura que exige escuchar más que apresurarse a decidir”. Los asistentes al encuentro ¿le habrán sugerido al Presidente que no se apresure? No conocemos con exactitud a qué “círculos” nacionales e internacionales escucha Macri, ni a qué embajadas extranjeras, pero resulta evidente que no se mostró lento para decidir sobre brutales medidas económicas, sobre la paralización del Congreso Nacional, sobre los variados decretos de Necesidad y Urgencia (que reemplazan y hasta anulan leyes), sobre intervenciones inconstitucionales a distintos organismos, sobre la designación de autoridades que participaron en las dictaduras militares que asolaron al país.

Se está concretando, como muchos avizoramos con suficiente y certera antelación, una profunda restauración conservadora, una clara contrarrevolución oligárquica (como pasó en otras épocas). El autoritarismo evidenciado en estos primeros días, ¿nos estará conduciendo a los comienzos de una suerte de “democracia dictatorial” o “dictadura democrática”?

Tal vez, las “12 personalidades” nos puedan ayudar a profundizar (y sobre todo defender) el concepto y la vigencia de una democracia plena, que garantice los derechos de todos los habitantes de la Nación  y, en especial, los de los sectores más vulnerados precisamente por la inequitativa y salvaje “racionalidad” del capitalismo neoliberal que el gobierno de Macri representa e impulsa con todo rigor.

¿Estas “12 personalidades” se constituirán en los nuevos apóstoles de la “academia” y la “inteligencia” del neoliberalismo macrista?

Buenos Aires, diciembre 24 de 2015.

sábado, 12 de diciembre de 2015

"YO (modestamente) Y SANTIAGO DE ESTRADA"

Prof. Norberto Alayón
Bs.As., 12/12/2015 

Me recibí de trabajador social en el Instituto de Servicio Social de la Capital Federal. El título correspondiente me lo terminó firmando el 15 de septiembre de 1969 Santiago M. de Estrada, Secretario de Estado de Promoción y Asistencia de la Comunidad, dependiente del Ministerio de Bienestar Social. El presidente del país era el dictador militar Juan Carlos Onganía, que había derrocado al presidente constitucional Arturo Íllia, de la Unión Cívica Radical, el 29 de junio de 1966.

En diciembre de 2009 escribí una nota con el título “Cáritas angelical”, luego publicada en mi libro “Crónicas y textos de lo social” (Buenos Aires, Espacio Editorial, 2010, págs. 73-75). Ahí decía: “El abogado Santiago de Estrada, prominente cuadro de la Iglesia Católica, se desempeñó -durante la dictadura de Onganía, como secretario de Estado de Promoción y Asistencia de la Comunidad; y posteriormente como secretario de Seguridad Social en la última dictadura militar (la de 1976). También fue embajador de Alfonsín ante el Vaticano; y secretario de Seguridad Social de Menem, presidente del PAMI y subsecretario de Desarrollo Social; más tarde se transformó en un destacado referente del partido Unión PRO, ocupando la Vicepresidencia 1ª de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

Santiago de Estrada tuvo como asesor, entre 2004 y 2008, a Maximiliano (Max) Gulmanelli, quien en el 2012 fue el Director General de Educación de Gestión Estatal del Ministerio de Educación de la ciudad, en el gobierno de Mauricio Macri. Gulmanelli, graduado en el CONSUDEC (Consejo Superior de Educación Católica) y en la Universidad Católica de Santiago del Estero, fue Coordinador General de Hogares de la Fundación “Felices los Niños”, dirigida por el Padre Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por abuso sexual de adolescentes, que estaban internados en el “hogar” de la propia Fundación. (ver nota “Macri, Gulmanelli y los pobres” publicada en el Semanario “Miradas al Sur”, Buenos Aires, 18/03/2012. Luego incorporada al libro “La Argentina populista”, Buenos Aires, Espacio Editorial, 2014, págs. 93-94).

En el año 2000, de Estrada accedió a la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por la lista que encabezaba el destacado y recordado economista Domingo Cavallo. En 2003 fue elegido nuevamente legislador porteño como primer candidato de la lista “Juntos por Buenos Aires”, apoyando a Mauricio Macri para Jefe de Gobierno de la Ciudad.

Ayer, Santiago de Estrada, de casi 80 años, apodado por sus pares políticos como “el obispo”, fue designado por el Presidente Mauricio Macri como nuevo Secretario de Culto de la Nación Argentina.



sábado, 28 de noviembre de 2015

Comparto el texto, para descargar, de la 2da. edición de mi libro "Definiendo al Trabajo Social", publicado por la editorial Lumen-Hvmanitas de Buenos Aires: http://www.ts.ucr.ac.cr/binarios/libros/libros-000054.pdf

La 4ta. edición, publicada en septiembre de 2014, contiene un nuevo capítulo sobre la Definición Internacional de Trabajo Social, aprobada por la Asamblea Mundial Conjunta de la FITS (Federación Internacional de Trabajadores Sociales) y la AIETS (Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social), en Melbourne, Australia en julio de 2014.
El envío de este material escaneado se pudo concretar gracias a la naturaleza pública y solidaria de la Universidad de Costa Rica


 
El libro contiene 140 definiciones sobre Trabajo Social.
Entre los trabajadores sociales existe una antigua discusión acerca del carácter de esta profesión, de sus alcances, de su función social, que aún hoy permanece vigente y que continúa instalando la interrogación acerca de ¿qué es el Trabajo Social?
¿Es una ciencia, una tecnología, una técnica, una profesión, un arte? Reiterada pregunta que aun persiste en vastos sectores profesionales, como así también entre las nuevas generaciones de estudiantes.
En el libro, diversidad de autores -mayoritariamente latinoamericanos- expresan, con niveles y densidades disímiles, sus puntos de vista y concepciones sobre esta disciplina del área social. El análisis detallado de las ciento cuarenta definiciones incluidas en el libro, brinda interesantísimos elementos que iluminan el propio desarrollo histórico de la profesión, en tanto reflejan posicionamientos conceptuales y temporales sobre el Trabajo Social, diferenciados por orientaciones y por épocas. Varias de las definiciones no tienen desperdicio; algunas por la sensatez y el rigor, otras por la precariedad o el extravío.
Pensar y repensar permanentemente el qué, el por qué, el para qué y el cómo del Trabajo Social, más que un ejercicio tedioso, puede transformarse en una herramienta lúcida y necesaria para el presente y el futuro de la profesión.


miércoles, 25 de noviembre de 2015

ERNESTO SANZ, ESTEBAN BULLRICH Y LA AUH


Ernesto Sanz es el destacado “filósofo” de la Unión Cívica Radical que afirmó que “la AUH (Asignación Universal por Hijo) se iba a ir por la canaleta del juego y de la droga”, evidenciando -miserablemente- la valoración que porta acerca de los sectores más postergados de la sociedad. Puso al servicio irrestricto de Mauricio Macri y de la Alianza “Cambiemos” al legendario partido.  Imitó, con lamentable éxito, a Marcelo Torcuato de Alvear, en la línea de abandonar frontalmente los intereses del campo nacional y  popular. Por obvias razones, nadie podría asegurar al desagüe de qué canaleta lo mandaría Don Hipólito Yrigoyen a este pigmeo antipopular. Ahora acaba de renunciar y sólo despierta las penas de los dirigentes y políticos conservadores.

Esteban Bullrich, el ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires desde diciembre de 2009 y próximo ministro de Educación de la Nación, sostuvo que la Asignación Universal por Hijo (AUH) “es una política del fracaso” y que el aumento del beneficio “genera un problema para toda la sociedad”. Agregó que “aumentar la AUH es demostrar por parte del Gobierno que es incapaz de resolver los problemas de pobreza, que la única forma que tiene de resolver los problemas de la gente no es dando trabajo y libertad con el trabajo o mejor educación sino dándole más plata”. Y vaticinó que “en caso de que Macri llegue a la Presidencia en 2015 se trabajaría para transformarlo en un subsidio al trabajo, que genere fuentes de trabajo reales, no ficticias”. (DiarioÁmbito Financiero”, septiembre de 2012).

Estas afirmaciones de Bullrich se emparentan con lo que fue la ideología de la dictadura cívico-militar y del neoliberalismo de los 90, cuando se transformó al trabajo (o lo que se suponía como trabajo) en un recurso de la asistencia para quienes no se esperaba que hallaran un empleo en el mercado formal. Eran esos los subsidios a cambio de alguna contraprestación, sin ningún acceso a la seguridad social, asociada al empleo registrado. Contrariamente, sus componentes se restringían y se privatizaban. Así, con la reforma del régimen de asignaciones familiares, sus montos (que se adicionan al salario) se hicieron insignificantes; y con la reforma del régimen jubilatorio, se crearon seguros individuales administrados por las AFJP, nuevos agentes del mercado de capitales.

Contrapuesta a esa política neoliberal es la AUH, creada como un componente de la seguridad social, extendiendo derechos sociales a población excluida de la misma. Constituye un dispositivo que amplía los derechos del trabajo a los hogares de trabajadores del mundo de la informalidad, donde ciertamente se hallan los mayores índices de pobreza. La promesa del ministro macrista Bullrich “de eliminar la AUH y reemplazarla por planes laborales" es claramente, entonces, la promesa de la eliminación de un derecho social y su reemplazo por planes asistencialistas para los que quedan fuera del trabajo, volviendo a excluirlos de la seguridad social. Eso es, en concreto, lo que se desprende de las palabras de Bullrich: volver a los principios del individualismo y a un Estado neoliberal, que es precisamente el proyecto del PRO y de “Cambiemos”. Para esos principios y ese Estado, los “derechos” dependen del mercado; es decir, no hay derechos, sino capacidad (o no) de compra. Según esta lógica, el que tenga dinero podrá comprar los servicios (a la salud, a la educación, etc.) y el que no tenga dinero se tendrá que resignar a prescindir de los mismos.

La AUH -como política del campo de la seguridad social- fortaleció claramente la ampliación de derechos y contribuyó a la constitución de las personas como sujetos autónomos. Ello va perfilando, a la vez, la perspectiva de construcción de un nuevo tipo de relaciones sociales, orientado hacia la cristalización de una mayor justicia social.


Norberto Alayón

Noviembre 25 de 2015.

domingo, 22 de noviembre de 2015

"UN GOBIERNO DE DERECHA SERÍA UN GRAN AVANCE PARA RETROCEDER EN ARGENTINA".

Adjunto el link de un Reportaje que me realizaron días pasados en Punta Arenas (Chile) y que fue publicado en la Página de la Universidad de Magallanes. Noviembre 2015.

Fe de erratas: la crónica periodística contiene dos errores. En el primer párrafo donde dice "evaluatorio", debe decir "devaluatorio". Y en el noveno párrafo donde dice "devaluación del dolar", debe decir "devaluación del peso".
 

Norberto Alayón: Un gobierno de derecha sería un gran avance para retroceder en Argentina

“Es una encrucijada muy fuerte y que va a tener repercusiones”, recalcó Norberto Alayón sobre los comicios presidenciales de segunda vuelta en el país trasandino.
“El modelo de Gobierno de la coalición ‘Cambiemos’ sería un gran avance para retroceder, donde se perderían derechos sociales. Se esta planteando la decisión de proceder inmediatamente -si llegaran a ganar- a un proceso evaluatorio de la moneda que va a liquidar principalmente el salario de los trabajadores”.
Esa es la inquietud del investigador de la Universidad de Buenos Aires, Norberto Alayón, frente a las elecciones presidenciales de segunda vuelta del 22 de noviembre de 2015 entre Daniel Scioli (candidato del Kirchnerismo) y Mauricio Macri (Coalición Cambiemos, centro derecha).
La contingencia política y los problemas sociales en Argentina son los temas que ha planteado Norberto Alayón en varias actividades durante su visita a la Universidad de Magallanes.
Dictó un conferencia a los estudiantes y docentes de la carrera de Trabajo Social el pasado miércoles 11 de noviembre de 2015 y por la tarde participó de un conversatorio con jóvenes y profesionales del Colegio Provincial de Trabajadores (as) Sociales en Magallanes.
Alayón se encuentra de paso en Punta Arenas gracias a la gestión del convenio de desempeño “Identidad del Fin del Mundo:  Patagonia, Tierra del Fuego y Antártica”, suscrito entre la UMAG y el Ministerio de Educación de Chile.
De profesión trabajador social, de 1986 a la fecha ha ejercido como profesor titular y académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, siendo autor de varios libros y publicaciones sobre Trabajo Social y Derechos de la Infancia.
El investigador de la Universidad de Buenos Aires, junto a la directora del Departamento de Ciencias Sociales de la UMAG, Carolina Garcés.
MODELOS
ANTAGÓNICOS
En su primer viaje a Punta Arenas, Alayón no ha podido dejar de lado la contingencia política de su país, dada la relación con los problemas sociales que se viven en Argentina.
“En rigor, el próximo 22 de noviembre se pone en juego la alternativa de dos modelos diferentes, que implican posicionamientos totalmente antagónicos. Uno, que tiende a continuar con un proyecto de carácter más nacional y popular que requiere hacer modificaciones y profundizar más (Scioli). Otro, que implica esta alianza ‘Cambiemos’, que es el intento de retroceder y retornar a las modalidades del neoliberalismo más crudo, que algunos entendemos que va a ser peor que lo que aconteció en los años 90 en Argentina”, expresó.
“(Macri) Plantea elevar el precio de dólar, lo que va a generar un inmediato aumento de precios y una reducción objetiva del nivel salarial. Aquellos sectores que tienen un salario fijo, vamos a ver disminuida nuestra capacidad de consumo y nuestra capacidad de resolver -con ese salario que va a quedar fijo- las necesidades personales y familiares. Eso va a conducir a un circuito profundamente negativo, ya que van a a aumentar los precios y se va a retraer el consumo, generando un trasvasamiento a los sectores económicos más concentrados, especialmente a los grandes exportadores, a quienes les interesa la devaluación del dólar para tener más utilidades”.
RIQUEZA PARA
POCAS MANOS
Recalcó que “Acá se puede producir un proceso de nueva concentración de la riqueza en pocas manos, lo cual va a redundar en un perjuicio para las mayorías populares, para los trabajadores, para los jubilados, quienes van a ver en concreto que su dinero les va a alcanzar mucho menos, van a consumir menos, no van a poder viajar, y van a tener que limitar sus gastos en vestimenta y alimentación. Es el clásico proceso del neoliberalismo que tiene una postura de reivindicación de lo individual por sobre el interés colectivo de la población”.
Sobre el pacto “Cambiemos”, explicó que “Se podría decir que es la expresión más clara de la derecha apoyada de manera transnacional por organizaciones diversas y por partidos políticos de Estados Unidos, lo que implica un embate de carácter internacional hacia todos los proyectos de gobierno -todavía inconclusos- de carácter mas nacional y popular, como el de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Venezuela”.
Por último, reflexionó que “Es una encrucijada muy fuerte y que va a tener repercusiones si es que llega a ganar Macri, un empresario cuyo principal dinero se gestó a través de su padre. Cuando se inició en Argentina la dictadura cívico, militar y eclesiástica en 1976, el grupo Macri tenía siete empresas y cuando terminó la dictadura en 1983, tenía 47, lo que da una idea clara de que la plata no se hace trabajando, el gran dinero se hace robando. Fueron usufructuarios de todo proceso de privatización ligado a los negocios con el Estado y ahora lo que ellos sostienen es que en esta nueva etapa ‘El mercado le va a ganar al Estado”.

miércoles, 28 de octubre de 2015

"A TRIUNFAR CON SCIOLI" - Nota publicada en el diario "Página 12" de Buenos Aires el 28 de octubre de 2015.

Por Norberto Alayón *
Hoy estamos, por cierto, golpeados; muy golpeados, pero no vencidos. El conservadurismo, que evidentemente también recogió muchos votos de los sectores populares, está de fiesta lanzando sus “despolitizados” globos, a diestra y siniestra (perdón, por lo de siniestra).
Mil interpretaciones habrá sobre lo sucedido: triunfo de la antipolítica; errores con la designación de tales o cuales candidatos; algunos personajes por cierto impresentables; desencantos y tristezas de los propios; reactualización de principismos abstractos desde el mismo campo del amplio espacio del kirchnerismo y/o de los “progresistas” o “de izquierda”.
Lo cierto es que la derecha, apoyada como siempre de manera transnacional, pudo nuevamente avanzar para poner al país ante la posibilidad de retroceder hacia la terrible década de los 90, donde se sufrió tanto y se perdieron tantos derechos. Los derechos que se recuperaron a partir del 2003 y los muchos nuevos que se concretaron no fueron suficientes para evitar el refortalecimiento de las perspectivas neoliberales.
Este retroceso es festejado vivamente por los tradicionales sectores de la reacción, por el espectro internacional del imperialismo mundial y también por muchos de los incautos locales no necesariamente conservadores, pero sí –con su práctica concreta– objetivamente antipopulares, más allá de lo que ellos crean de sí mismos.
Hace ya más de ocho años, en junio de 2007, redacté unas líneas con el título “Carta para mis amigos no macristas”. Ahí expresaba mi desaliento y crítica por la decisión de algunos amigos de votar en blanco o no concurrir a votar, ante la opción, en la Ciudad de Buenos Aires, entre Filmus y Macri. Finalmente ganó Macri. Por supuesto, no sabemos qué hubiera hecho Filmus si ganaba, pero sí se confirmó lamentablemente –y de sobra– mi negativo vaticinio sobre lo que iba a hacer Macri en la ciudad. Y ello, además, posibilitó construir un sólido espacio de derecha que hoy se expandió fuertemente y hasta podría llegar a conducir el país.
Para el ballottage venidero seguramente habrá que repensar y modificar muchas cosas. Entre ellas, y con todo respeto por las diversas posiciones, creo que hay que dejar de lado las opiniones del estilo de “votar desgarrado”, que terminan ayudando a sembrar dudas, a debilitar el necesario optimismo militante y a ser utilizado oportunistamente por el campo antinacional y por el “progresista” diario La Nación. Es necesario recordar, una y mil veces, que si llegara a ganar Macri no quedaremos con “desgarros”, sino con fractura expuesta de tibia y peroné o bien directamente con las “piernas cortadas” como dijera “el Diego”.
El próximo presidente de Argentina, por cuatro años, será Scioli o Macri. Son dos alternativas no iguales y no hay otra posible. Los ciudadanos que se consideran “progresistas”, los de “izquierda”, seguramente no votarán a Macri (excepto algún superlativo extraviado). Pero igualmente me permito mencionar que votar en blanco, anular el voto o no ir a votar puede contribuir objetivamente a fortalecer y reinstalar en el país las expresiones más barbarizadas del neoliberalismo.
Por todo ello, y aunque a algunos les pueda sonar como arriesgado o temerario, afirmo con absoluta convicción: ¡Para combatir al neoliberalismo, en este concreto momento histórico de Argentina, primero hay que triunfar con Scioli el 22 de noviembre! Después, veremos.
* Profesor titular de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).

martes, 20 de octubre de 2015

NO VOY A VOTAR el domingo, por supuesto, al procesado empresario neoliberal Mauricio Macri. Votaré con firme decisión, aún a riesgo de límites y defecciones, a Scioli-Zannini en la búsqueda de preservar y profundizar un proyecto nacional y popular de crecimiento con inclusión. ¡POR LA PLENA DEFENSA DE LA SOBERANÍA POLÍTICA, LA INDEPENDENCIA ECONÓMICA Y LA JUSTICIA SOCIAL!  ¡HACIA EL SOCIALISMO, EN LA UNIDAD LATINOAMERICANA!
Norberto Alayón - Octubre 20 de 2015.

martes, 6 de octubre de 2015

Reportaje en el Programa televisivo "Diálogos en el Senado", del Senado de la Nación Argentina, emitido el 28/9/2015.

martes, 15 de septiembre de 2015

LA ACCIÓN FILANTRÓPICALA FAMILIA NIEMBRO Y EL PARTIDO PRO
  
Norberto Alayón
Profesor Regular Titular – Facultad de Ciencias Sociales (UBA)


Fernando “Chiche” Niembro fue el ex vocero que anunció, como Secretario de Medios del presidente Carlos Menem, los indultos a los genocidas de la dictadura cívico-militar-eclesiástica que asoló a la Argentina entre 1976 y 1983. Se trata de un periodista deportivo que mantiene, desde hace tiempo, una íntima relación política y comercial con el procesado Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri, empresario neoliberal, ex presidente del Club Boca Juniors, líder del Partido PRO y candidato a Presidente de la Nación por dicha agrupación política. Niembro es, en la actualidad, el primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, representando al Frente “Cambiemos” que aglutina a los sectores de derecha liderados por el PRO, al radicalismo “alvearizado” de Ernesto Sanz y a la inimputable acusadora serial Elisa Carrió de la “Coalición Cívica”. Empresas vinculadas con Chiche Niembro (La Usina Producciones SRL) recibieron del Gobierno de Macri más de 20 millones de pesos, a través de centenas de contratos de irregularidades manifiestas.

La ex esposa de Niembro es Mirta Regina Brizuela, quien preside la Fundación Social para el Bienestar de la Gente, creada en 1997 y con sede en la calle Hernandarias 694 del barrio de La Boca. La secretaria de la Fundación es Mariana Niembro, hija de Fernando y Mirta. La tesorera es Estela Suárez y a cargo de las Relaciones Institucionales está Carolina, también de apellido Brizuela. La Fundación habría recibido 2,5 millones de pesos del gobierno de Mauricio Macri.

En la página web de la Fundación figuran como auspiciantes entidades de diversa índole y distintas empresas. Entre ellas la AFA (Asociación del Fútbol Argentino), la Asociación Psicoanalítica Argentina, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el Club Atlético Boca Juniors, la empresa Edenor, el Banco Galicia, la empresa Nike, la empresa Repsol-YPF (que ya no existe), la empresa Transportes José Beraldi S.A., Dos Escudos, la Confitería y Panadería ISIS.

Como objetivo, la Fundación menciona: “En este juego infinitamente creativo nos encontramos con todo el equipo de trabajo construyendo en el aquí y ahora un futuro donde la responsabilidad recíproca sea un valor social”. Como visión, aspiran a “Ser la organización mediante la cual las empresas y la comunidad puedan participar en la inclusión social de los niños y familias en situación de pobreza a las cuales ayudamos con nuestros programas”. Y como “principios guía” proponen: “trayectoria, sensibilidad, profesionalismo, confianza, bienestar social, transparencia, austeridad, creatividad, eficiencia, contención, esperanza, amor y respeto a los niños, convicciones sólidas, ética, respeto e intercambio por y con el otro, compromiso y solidaridad”.

Sugestiva aparece la enorme vastedad y mezcla de “principios”, donde nada queda afuera. Pareciera una suerte de oda a la bondad, en abstracto y sin real carnadura.

En el año 2010, la Fundación llevó a cabo unas Jornadas del Bicentenario, publicando el 20 de mayo la siguiente información: “La Fundación Social y HSBC Argentina realizaron las Jornadas Solidarias en el “Parque de Flora Nativa Benito Quinquela Martín” participando más de 300 niños con sus familias; fue un gran día de fiesta para todos. Los niños participaron de todas las actividades deportivas, lúdicas y musicales acompañados por los voluntarios del banco y de la Fundación. Al finalizar se realizó el sorteo de pelotas, donadas por la empresa Nike de Argentina, dos cafeteras y un televisor”.

El Banco HSBC está siendo investigado por la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), por evasión fiscal y fuga de capitales, a partir de una denuncia iniciada en 2006 por el organismo recaudador de Francia. Se trata de 4.040 cuentas abiertas en la filial de Ginebra del banco, por un monto superior a los 3.500 millones de dólares, que salieron de Argentina sin pagar los impuestos correspondientes. Según fuentes que accedieron a la documentación, algunos de los titulares más importantes de esas cuentas y que habrían fugado divisas por intermedio de las maniobras del HSBC son Cablevisión y Multicanal, Telecom, La Serenísima, Loma Negra, Banco Velox, el dueño de Edenor (Marcos Mindlin), los hermanos Grobocopatel, Raúl Moneta, etc.

¡Oh, los filántropos! ¡Qué sería de los pobres sin los filántropos!

El 13 de julio de 2006, las actividades de la Fundación que preside Mirta Brizuela fueron declaradas de “Interés Social” por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mediante la Resolución Nº 266/2006. Dicha Resolución fue firmada por Santiago de Estrada y Alicia Bello. El abogado Santiago de Estrada, prominente cuadro de la Iglesia Católica, se desempeñó -durante la dictadura de Juan Carlos Onganía- como Secretario de Estado de Promoción y Asistencia de la Comunidad; y posteriormente como Secretario de Seguridad Social en la última dictadura cívico-militar-eclesiástica. También fue embajador de Raúl Alfonsín ante el Vaticano; y Secretario de Seguridad Social de Carlos Menem, Presidente del PAMI y Subsecretario de Desarrollo Social. Más tarde se transformó en un destacado referente del Partido Unión PRO, ocupando la Vicepresidencia 1ª de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente es Auditor General de la Ciudad.

En la fotografía del Acto de Entrega del diploma correspondiente, en uno de los salones principales de la Legislatura, aparece Fernando Niembro con distintas señoras y una veintena de niños/as sentados en el escenario.

María Eugenia Vidal, es la Vicejefa de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires y candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires por el PRO. En los inicios de la Fundación Social para el Bienestar de la Gente colaboró activamente con su presidenta Mirta Brizuela. Más tarde, Vidal fue Ministra de Desarrollo Social de la ciudad. Hoy defiende enfáticamente a Fernando Niembro, denunciado penalmente por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), afirmando que “todo lo que se hizo fue legal”.

Roberto Digón, ex vicepresidente de Boca Juniors, comentó en estos días -según el diario Página 12- que “Por pedido de Mauricio (Macri) le dábamos a la ex mujer de Niembro un dinero importante. No recuerdo bien si eran 10 mil o 20 mil dólares mensuales de aquella época”.

Por cierto, habrá que investigar con la debida intensidad y responsabilidad la existencia de eventuales anomalías que se puedan haber registrado a partir de este tipo de estrechas relaciones políticas, comerciales, familiares y filantrópicas.

Mientras tanto, no podemos dejar de recordar que la historia demuestra, en todas las épocas, que los filántropos siempre necesitaron más a los pobres, que los pobres a los filántropos.


Buenos Aires, septiembre 15 de 2015. 

viernes, 14 de agosto de 2015

"La AUH no es un Plan Social". Nota publicada en el diario "Página 12". Buenos Aires. Agosto 14 de 2015.



LA AUH NO ES UN PLAN SOCIAL

                                                           Norberto Alayón
Profesor Titular Regular – Facultad de Ciencias Sociales (UBA)

Con bastante recurrencia podemos escuchar o leer afirmaciones, inclusive de funcionarios públicos nacionales, que definen y caracterizan a la Asignación Universal por Hijo para Protección Social (AUH) como un Plan Social.

Creemos que resulta conveniente resaltar, en principio, que la AUH no es un Plan Social. La AUH es una importante política pública, del campo de la seguridad social, que construye un derecho, con perspectiva universal, de impacto significativo en el ingreso de los hogares de los/as trabajadores más desprotegidos.

Planes asistenciales focalizados de mera mitigación y control social y flexibilización laboral, precarización y desempleo, definieron la contundente y perversa esencia del neoliberalismo de los 90, que tanto perjuicio le generó al país y a la región. Pérdida o reducción de derechos y planes sociales constituyeron las dos caras de una misma moneda.

Sin embargo, no se trata de desmerecer indebidamente a la asistencia social a las familias que no disponen de los recursos para satisfacer sus necesidades mínimas, como meras medidas populistas, coyunturales y paliativas, que no atacan a fondo las diversas problemáticas derivadas de las situaciones estructurales que generan pobreza y exclusión. Cabe recordar una obviedad:  la única manera de atacar a fondo la pobreza es atacando a fondo al sistema capitalista.

De los sectores sociales que se resisten a aceptar una cabal democracia para todos, parten las expresiones de estigmatización y rechazo hacia quienes reciben asignaciones estatales, haciéndolos históricamente objeto de diversos mitos y falsedades: que son vagos y no quieren trabajar; que la ayuda económica que reciben la destinan a bebidas alcohólicas o “que se va a ir por la canaleta del juego y de la droga”; que las niñas y adolescentes “se embarazan a propósito para cobrar la asignación por hijo”, etc.

Por todo ello, además de la diferencia conceptual entre planes sociales y políticas de seguridad social, resulta necesario esclarecer las características y alcances de estas medidas, contribuyendo a desterrar prejuicios y posicionamientos de clase, tendientes a preservar los privilegios de aquellos sectores sociales que pretenden negar el legítimo derecho de todos los ciudadanos a tener una vida mejor.

Cuando todos los trabajadores formales (aún los que perciben sueldos importantes) cobran el salario familiar (prenatal, licencia por maternidad, hijo, hijo discapacitado, ayuda escolar, matrimonio, nacimiento, adopción), o desgravan cargas sociales del impuesto a las ganancias, no se escuchan voces críticas y despectivas o imputaciones de que se estaría recibiendo un clientelístico plan social o bien que ese ingreso extra sería destinado a vicios o a gastos superfluos. Y está bien que así sea, porque estamos en presencia de una política (por suerte consolidada desde hace tiempo) de seguridad social. Pues bien: lo mismo acontece con la AUH, la asignación por embarazo y más recientemente, por escolaridad y por nacimiento (el Programa Qnitas) que vienen a consagrar para los trabajadores/as informales y los desocupados/as el mismo derecho que tienen los asalariados formales.

Puede parecer ocioso enfatizar acerca de la importancia, en la línea de la prevención, que adquieren las medidas dirigidas a mejorar la calidad de vida de la infancia y la adolescencia. Alimentar, atender la salud y educar a todos los niños y adolescentes, son las cuestiones básicas que hay que garantizar para contribuir a la consolidación de una sociedad más justa y democrática, y para prevenir también nocivas consecuencias futuras, de difícil o hasta a veces imposible resolución.

Para las corrientes neoliberales, los derechos dependen del mercado; es decir, no hay derechos, sino capacidad (o no) de consumo. El derecho al trabajo, a condiciones dignas para el mismo y a la seguridad social y protecciones ante avatares de la vida, exige la intervención del único órgano con capacidad de imponerlo legítimamente, que es el Estado y por la ley.

La AUH se instituyó como un nuevo derecho del ámbito de la seguridad social para todos/as los trabajadores informales y los desocupados y, como tal, debe ser reconocida y caracterizada. No se trata, en consecuencia, de un plan social-asistencial. Ejercer un derecho no es lo mismo que recibir asistencia, a pesar de que la asistencia también es un derecho de la gente.
                                                                                                                                                                   
Buenos Aires, agosto de 2015.

lunes, 20 de julio de 2015

Nota "Marx y el desarrollo capitalista en Argentina", publicada en el Diario "Página 12" (Suplemento Económico "Cash"). Buenos Aires. Julio 19 de 2015.
 
 
 

MARX Y EL DESARROLLO CAPITALISTA EN ARGENTINA

                                                           Norberto Alayón
Profesor Titular Regular – Facultad de Ciencias Sociales (UBA)

El 25 de julio de 1867, en Londres, el alemán Carlos Marx escribió el Prólogo a la primera edición de su obra “El Capital – Crítica de la economía política - Tomo I” (Fondo de Cultura Económica, México DF, 1987, Vigésima reimpresión).

Advirtió que “Allí donde en nuestro país la producción capitalista se halla ya plenamente aclimatada, por ejemplo en las verdaderas fábricas, la realidad alemana es mucho peor (sic) todavía que la inglesa, pues falta el contrapeso de las leyes fabriles. En todos los demás campos, nuestro país, como el resto del occidente de la Europa continental, no sólo padece los males que entraña el desarrollo de la producción capitalista, sino también los que supone su falta de desarrollo. Junto a las miserias modernas, nos agobia toda una serie de miserias heredadas, fruto de la supervivencia de tipos de producción antiquísimos y ya caducos, con todo su séquito de relaciones políticas y sociales anacrónicas (sic). No sólo nos atormentan los vivos, sino también los muertos. Le mort saisit le vif! (sic)”.

Marx reconoce, aunque sin defender al capitalismo por supuesto, que existía un doble y simultáneo sufrimiento: por la presencia del capitalismo y también por la falta de desarrollo capitalista.

Cien años después, el destacado dirigente de la izquierda nacional en Argentina Jorge Enea Spilimbergo argumentó que “nuestro capitalismo, fundado en la estancia y no en la fábrica, es un capitalismo del atraso, colonial, desprovisto de estructura y de técnica capitalistas” (“El socialismo en la Argentina”, Ediciones Octubre). Agregando que “la oligarquía terrateniente, pese a ser una clase capitalista, se yergue como obstáculo formidable opuesto al desarrollo capitalista, es decir al proceso de acumulación de las fuerzas productivas”.

Para la misma época en Argentina, José Luis Madariaga (“Introducción al socialismo”, Ediciones Octubre) refiriéndose a la oligarquía, afirmaba que “es una clase capitalista (sic) que se funda en la explotación del proletariado rural. Pero la fuente de sus ganancias no es la plusvalía, sino la renta diferencial (sic). La propiedad privada sobre la tierra, bajo el capitalismo, permite al terrateniente embolsarse una renta, que deriva de su monopolio sobre la tierra. Esa renta es diferencial cuando la fertilidad de la tierra permite producir a costos más bajos que los costos promedio de todas las tierras en producción. Como los precios de los productos agropecuarios se fijan en el mercado mundial, en su determinación entran tierras menos fértiles. La oligarquía argentina, por la gran fertilidad de las tierras pampeanas, pudo embolsarse una enorme renta diferencial. Así, no tenía interés en reinvertir sus beneficios en el proceso productivo. Malgastó esa renta en consumos improductivos y de lujo, que importaba de Europa. Al revés de la oligarquía, la burguesía tiende a la ampliación del mercado interno y la acumulación de la plusvalía. La oligarquía es librecambista, enemiga del proteccionismo industrial y, por eso, enemiga del desarrollo de un capitalismo industrial autónomo”.

Spilimbergo, en su texto, agregó que “por cobarde, capituladora y estéril que haya sido, y seguramente será, la política de la burguesía argentina, hay una contradicción insoslayable entre la ley de la acumulación burguesa y del mercado interno (sic), por un lado, y la ley de consumo de la renta (sic), por el otro”. Rematando que “es la frustración de un desarrollo capitalista y no la plétora de capitalismo, el origen de la crisis argentina”.

Como vemos, el carácter parasitario y ocioso de nuestra tradicional oligarquía, que se constituyó como una suerte de “clase capitalista no burguesa”, obstaculizó el desarrollo industrial del país, manteniendo en muchos casos relaciones de tipo cuasi feudal. La enorme riqueza, obtenida por las grandes extensiones de campos y por la renta diferencial de la tierra, condujo a estos sectores a evidenciar un comportamiento exento de “dinamismo burgués” y antiindustrialista. Con semejantes ganancias, los terratenientes no estaban interesados en reinvertir sus beneficios.

Tal vez, de este origen “naturalmente perezoso” de la oligarquía, nuestras burguesías nacionales hayan encontrado una suerte de modelo productivo a imitar, ligado a la búsqueda de ganancias desmedidas, con un mínimo de riesgo e inversión o bien aprovechando protecciones, prebendas, abusos y saqueos sobre el Estado para que respaldara sus intereses privados, por sobre el bienestar del conjunto de la sociedad. Con frecuencia, esta violación de la esencia misma del funcionamiento capitalista, ligada a la inversión y al riesgo, constituye una conducta irredimible: quieren ganar fortunas -y además en el menor tiempo posible- sin correr prácticamente ningún tipo de riesgos.  

En Argentina, en el 2015 y en el contexto de un capitalismo dependiente, permanece vigente la tensión entre las propuestas de cierto desarrollo sólo para algunos, con exclusión y pobreza para muchos y, por otro lado, las propuestas de mayor inclusión y redistribución más equitativa de la riqueza, conjuntamente con la superación de niveles de atraso, incompatibles con la necesaria consolidación de un país desarrollado.

Potenciar la industrialización; mejorar la insuficiente infraestructura; multiplicar las obras públicas; rescatar el control y explotación de los recursos naturales; administrar con sentido nacional los servicios estratégicos de transporte, comunicación, vivienda, educación, salud; fortalecer el desarrollo científico y tecnológico; entre otros, constituyen desafíos insoslayables en la perspectiva de avanzar en el intento de recuperación de mayor soberanía, de mayor independencia y de mayor igualdad.

Claro que a las conservadoras concepciones que históricamente bregaron por el bienestar sólo de algunos pocos y, en espejo opuesto, por el malestar de muchos otros, se les adicionó el fundamentalismo neoliberal de los 90 que arrasó escandalosamente con bienes y derechos conquistados con el esfuerzo y la lucha de las generaciones precedentes. Como agudamente describe el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos “el neoliberalismo, basado en el capital financiero, es la versión más antisocial del capitalismo”.

El politólogo brasileño Emir Sader destaca que “El neoliberalismo buscaba destruir la imagen del Estado -especialmente en sus aspectos reguladores de la actividad económica, de propietario de empresas, de garante de derechos sociales, entre otros- para reducirlo a un mínimo, colocando en su lugar la centralidad del mercado”. Y enfatiza que “El Estado, refundado o reorganizado alrededor de la esfera pública, es un agente indispensable para la superación de los procesos de mercantilización diseminados por la sociedad”.

Despliega -asimismo- Sader, la idea de que “Democratizar nuestras sociedades es desmercantilizarlas, es transferir de la esfera mercantil hacia la esfera pública, la educación, la salud, la cultura, el transporte, la habitación; es rescatar como derechos lo que el neoliberalismo impuso como mercancía”.

En el mes de noviembre de 2014 se llevó a cabo, en Buenos Aires, un encuentro organizado por un denominado Foro de Convergencia Empresarial. En ese evento, en el que participaron los directivos de las principales compañías del país, intervino el representante de la importante empresa argentina Techint (que tiene fijado su domicilio en Luxemburgo), la cual presidida por el ítalo-argentino Paolo Rocca se dedica especialmente a la fabricación de caños sin costura, destinados a la industria petrolera.

Con brutal sinceridad, el representante del Grupo Techint expresó que “El mercado le va a ganar al Estado”. Fantástica convicción que pone en evidencia el posicionamiento ideológico-político de este tipo de empresarios que, a la par de lucrar con el Estado, simultáneamente se proponen debilitar y “derrotar” al Estado, si éste no se somete de manera dócil y cómplice para garantizarles sus enormes ganancias.

Seguramente, estos empresarios tendrán añoranzas de otros períodos, de otros gobiernos y de otros funcionarios que servían más puntualmente a los intereses de las empresas “argentinas”. Deben extrañar al Dr. Juan Alemann, quien fue secretario de Hacienda del dictador militar Jorge Rafael Videla y del dictador civil José Alfredo Martínez de Hoz, cuando afirmaba con convicción que “… en definitiva, el Estado es el socio oculto de todas las empresas privadas”. En algunos momentos de la historia, el Estado opera como el “socio oculto” de las empresas privadas y en otros como el “socio desfachatado” que ya no necesita disimular, momentos en los cuales los sectores del gran capital despliegan obscenamente sus enormes privilegios, con toda soberbia y hasta como si se tratara de un hecho “lógico y normal”. Muchos empresarios “nacionales” se enriquecieron de manera exponencial e inimaginable con los negocios que encararon con el Estado o con la protección del Estado, especialmente durante la dictadura cívico-militar y luego con el menemismo. 

Estos sectores no soportan la existencia de un Estado que tienda siquiera a regular los intereses no idénticos entre el capital y el trabajo. Quieren un Estado que sólo exprese y defienda sus intereses, al cual puedan condicionar y hasta conducir para imponer con impudicia las reglas y los intereses del mercado. De ahí se desprende su desmedido y sistemático afán de debilitar a todo aquel Estado que intente ponerle límites a su voracidad. En definitiva, el resultado que buscan sería: cuanto menos Estado, más mercado.

Certeramente, Sousa Santos afirma que “El Estado es un animal extraño, mitad ángel y mitad monstruo, pero, sin él, muchos otros monstruos andarían sueltos, insaciables, a la caza de ángeles indefensos. Mejor Estado, siempre; menos Estado, nunca”.

Muchas de las críticas despiadadas a la presencia fuerte y extendida del accionar del Estado y que propagandizan las eventuales bondades de un “Estado mínimo”, apuntan -elíptica o abiertamente- hacia la transformación del Estado y su desmantelamiento como garante del bienestar general, tal como debe ser una de sus funciones básicas. Si está “ausente” o defecciona el Estado como equilibrador de los intereses de los distintos sectores, la cruel y voraz lógica del mercado se impondrá muy fácilmente, sin que nada, ni nadie pueda controlarla o atenuarla.

En rigor, los Estados nunca están “ausentes”. Por presencia o por “ausencia”, los Estados siempre están presentes. En el auge del neoliberalismo, nuestros Estados no se “achicaron”; lo que aconteció es que redefinieron sus objetivos y su presencia activa se direccionó abiertamente hacia la defensa de los intereses de los sectores de mayor concentración y poder económico. Era cierto aquello de que detrás de la propuesta de los Estados “mínimos”, estaba la ambición de que se transformaran en Estados máximos…pero del capital, vulnerando la noción de bienestar general y erosionando impúdicamente los principios de equidad y solidaridad. En idéntico sentido operaba aquella perversa promesa, impulsada exitosamente por la dictadura y luego por el menemismo, de que “achicar el Estado es agrandar la nación”.
  
Capital y trabajo son los factores esenciales en la generación de riqueza. Ambos debieran ser considerados y valorados como simétricos e igualables, en la perspectiva de la vigencia de relaciones humanas que dignifiquen la vida social y la existencia de sociedades verdaderamente democráticas en pos de un mundo sustentable para todos.

Es sabido que la lógica y la “racionalidad” del capitalismo se centra irreductiblemente en la búsqueda denodada del lucro y la acumulación, sobre la base de la expoliación de la productividad del trabajo de otros. Si la acumulación por parte de un sector social se basa en la apropiación diferenciada de la riqueza y en una distribución desigual, la construcción y cristalización de sectores ricos y pobres se transforma en algo “natural”, inherente a las propias características del modelo de funcionamiento social. De ello se deriva la existencia de sociedades duales, con polos opuestos de altísima concentración de riqueza por un lado y de enorme concentración de exclusión y pobreza por el otro.

Ante ello, un Estado -con vocación política dirigida a proteger el interés nacional y popular- no puede prescindir de regular y supervisar el accionar de los sectores del capital. La política, en representación del interés general, debe primar por sobre el comportamiento de las empresas y de los empresarios.

En la actual coyuntura nacional e internacional, se requiere de un Estado que, aún capitalista aunque perfilando un futuro no capitalista, opere decididamente como garante pleno del interés general de la sociedad, y especialmente de los sectores más vulnerados, por sobre el interés privado de los sectores del capital.

En suma, un Estado que pueda sentar las bases para ir construyendo una democracia sólida y vigorosa, con plena inclusión y derechos sociales extendidos, lo cual configurará estratégicamente otro tipo de sociedad, otro tipo de sistema social, que se aleje del capitalismo actual.
  
Buenos Aires, Julio de 2015.

jueves, 16 de julio de 2015

VOTARÉ A LABRUNA Y LOUSTEAU

Cabe aclarar, para los más jóvenes o para los no futboleros, que Ángel Labruna fue un gran jugador de River Plate y que Loustau (Félix, apodado Chaplín) integraba ?La Máquina? como wing izquierdo. No sé si el joven Lousteau actual (el ?rulito?, según la inefable Lilita) jugará al fútbol y si lo hará como wing. Como wing, eventualmente, podría ser; como ?izquierdo? ya sería más difícil. ?Rulito? tal vez sea zurdo para escribir o para tomar la sopa, pero para pensar y actuar en política, no. Más bien, en concreto, es ?derecho?, y hasta tal vez ?humano?, como su candidato final a presidente de la Nación, el exitoso bailarín procesado (por su accionar, no por sus excelsos pasos de baile) Mauricio Macri. Rulito no es de izquierda, pero -hay que reconocer- podría llegar a transformarse en siniestro.

Y entonces, ¿por qué votaré, aunque con pesar, a Martín Lousteau? Porque se trata de política y no de opciones estéticas, principistas, abstractas. La opción concreta del domingo es Rodríguez Larreta del PRO o Lousteau de ECO. No se trata de Recalde versus Larreta o Lousteau. Ni mucho menos tener que optar entre Fidel Castro y la nueva indigna ?dama de hierro? Ángela Merkel.

El PRO y ECO son parecidos, pero no idénticos. Que atrás (y adelante) de Lousteau está el Coti Nosiglia, la banda de los Yacobitti, etc. es conocido. Del PRO, la nueva derecha ?lúcida? de Argentina, articulada continental y mundialmente con lo peor del capitalismo financiero, no es necesario agregar mucho más en la ocasión. El PRO es, sin duda, el adversario principal que encarna lo más opuesto a cualquier proyecto nacional y popular.

Votar en blanco, impugnar el voto o no ir a votar aumenta los porcentajes de los candidatos. Si ganara Lousteau, por cierto improbable, se debilitarían con contundencia las aspiraciones presidenciales de Macri. Si la diferencia entre los porcentajes de Larreta y Lousteau no resultara muy apreciable, ello podría minar las posibilidades de Macri. En definitiva, no se trata sólo de votar contra Larreta, sino fundamentalmente de votar contra Macri.

Toda opción en política (valga la redundante obviedad), es política. Sea el ?conciente? voto en blanco de la ultraizquierda de Altamira del PO y del frente FIT; o del descreído y ?despolitizado? voto en blanco de cualquier ciudadano; o del voto en blanco o impugnado de los ?principistas? que estiman que Larreta y Lousteau significan lo mismo y que no quieren ?tragarse el sapo? de votar a ?Rulito?; todas esas opciones contribuyen -aunque no lo deseen o no lo adviertan- a apoyar el proyecto neoliberal más conservador y destructivo. Votar en blanco o no votar favorece al PRO y eso no es bueno para el país, especialmente para los sectores históricamente más vulnerados.

Puedo comprender que a mis amigos, y simultáneamente ?enemigos?, hinchas de Boca Juniors les pueda resultar más indigesto tener que votar al rulito mediático, pero a mí como ?gallina?, hincha de River, me será un poquito más fácil este domingo votar a Labruna (perdón, a Lousteau).

Buenos Aires, julio 16 de 2015.