VOTARÉ A
LABRUNA Y LOUSTEAU
Cabe aclarar, para los más jóvenes o
para los no futboleros, que Ángel Labruna fue un gran jugador de River Plate y
que Loustau (Félix, apodado Chaplín) integraba ?La Máquina? como wing izquierdo.
No sé si el joven Lousteau actual (el ?rulito?, según la inefable Lilita) jugará
al fútbol y si lo hará como wing. Como wing, eventualmente, podría ser; como
?izquierdo? ya sería más difícil. ?Rulito? tal vez sea zurdo para escribir o
para tomar la sopa, pero para pensar y actuar en política, no. Más bien, en
concreto, es ?derecho?, y hasta tal vez ?humano?, como su candidato final a
presidente de la Nación, el exitoso bailarín procesado (por su accionar, no por
sus excelsos pasos de baile) Mauricio Macri. Rulito no es de izquierda, pero
-hay que reconocer- podría llegar a transformarse en siniestro.
Y entonces, ¿por qué votaré, aunque
con pesar, a Martín Lousteau? Porque se trata de política y no de opciones
estéticas, principistas, abstractas. La opción concreta del domingo es Rodríguez
Larreta del PRO o Lousteau de ECO. No se trata de Recalde versus Larreta o
Lousteau. Ni mucho menos tener que optar entre Fidel Castro y la nueva indigna
?dama de hierro? Ángela Merkel.
El PRO y ECO son parecidos, pero no
idénticos. Que atrás (y adelante) de Lousteau está el Coti Nosiglia, la banda de
los Yacobitti, etc. es conocido. Del PRO, la nueva derecha ?lúcida? de
Argentina, articulada continental y mundialmente con lo peor del capitalismo
financiero, no es necesario agregar mucho más en la ocasión. El PRO es, sin
duda, el adversario principal que encarna lo más opuesto a cualquier proyecto
nacional y popular.
Votar en blanco, impugnar el voto o
no ir a votar aumenta los porcentajes de los candidatos. Si ganara Lousteau, por
cierto improbable, se debilitarían con contundencia las aspiraciones
presidenciales de Macri. Si la diferencia entre los porcentajes de Larreta y
Lousteau no resultara muy apreciable, ello podría minar las posibilidades de
Macri. En definitiva, no se trata sólo
de votar contra Larreta, sino fundamentalmente de votar contra
Macri.
Toda opción en política (valga la
redundante obviedad), es política. Sea el ?conciente? voto en blanco de la
ultraizquierda de Altamira del PO y del frente FIT; o del descreído y
?despolitizado? voto en blanco de cualquier ciudadano; o del voto en blanco o
impugnado de los ?principistas? que estiman que Larreta y Lousteau significan lo
mismo y que no quieren ?tragarse el sapo? de votar a ?Rulito?; todas esas
opciones contribuyen -aunque no lo deseen o no lo adviertan- a apoyar el
proyecto neoliberal más conservador y destructivo. Votar en blanco o no votar favorece al PRO
y eso no es bueno para el país, especialmente para los sectores históricamente
más vulnerados.
Puedo comprender que a mis amigos, y
simultáneamente ?enemigos?, hinchas de Boca Juniors les pueda resultar más
indigesto tener que votar al rulito mediático, pero a mí como ?gallina?, hincha
de River, me será un poquito más fácil este domingo votar a Labruna (perdón, a
Lousteau).
Buenos Aires, julio 16 de 2015.
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