ERNESTO SANZ, ESTEBAN
BULLRICH Y LA AUH
Ernesto Sanz es el destacado “filósofo” de la Unión Cívica Radical que afirmó
que “la AUH
(Asignación Universal por Hijo) se iba a ir por la canaleta del juego y de la
droga”, evidenciando -miserablemente- la valoración que porta acerca de los
sectores más postergados de la sociedad. Puso al servicio irrestricto de
Mauricio Macri y de la Alianza
“Cambiemos” al legendario partido.
Imitó, con lamentable éxito, a Marcelo Torcuato de Alvear, en la línea
de abandonar frontalmente los intereses del campo nacional y popular. Por obvias razones, nadie podría
asegurar al desagüe de qué canaleta lo mandaría Don Hipólito Yrigoyen a este
pigmeo antipopular. Ahora acaba de renunciar y sólo despierta las penas de los
dirigentes y políticos conservadores.
Esteban Bullrich, el ministro de Educación
de la Ciudad
de Buenos Aires desde diciembre de 2009 y próximo ministro de Educación de la Nación , sostuvo que la Asignación Universal
por Hijo (AUH) “es una política del fracaso” y que el aumento del beneficio
“genera un problema para toda la sociedad”. Agregó que “aumentar la AUH es demostrar por parte del
Gobierno que es incapaz de resolver los problemas de pobreza, que la única forma que tiene de
resolver los problemas de la gente no es dando trabajo y libertad con el
trabajo o mejor educación sino dándole más plata”. Y vaticinó que “en caso de que Macri llegue a la Presidencia en 2015
se trabajaría para transformarlo en un subsidio al trabajo, que genere fuentes
de trabajo reales, no ficticias”. (Diario
“Ámbito Financiero”, septiembre de 2012).
Estas afirmaciones de Bullrich se emparentan con lo que fue
la ideología de la dictadura cívico-militar y del neoliberalismo de los 90,
cuando se transformó al trabajo (o lo que se suponía como trabajo) en un
recurso de la asistencia para quienes no se esperaba que hallaran un empleo en
el mercado formal. Eran esos los subsidios a cambio de alguna contraprestación,
sin ningún acceso a la seguridad social, asociada al empleo registrado. Contrariamente,
sus componentes se restringían y se privatizaban. Así, con la reforma del
régimen de asignaciones familiares, sus montos (que se adicionan al salario) se
hicieron insignificantes; y con la reforma del régimen jubilatorio, se crearon
seguros individuales administrados por las AFJP, nuevos agentes del mercado de
capitales.
Contrapuesta a esa política neoliberal es la AUH , creada como un componente
de la seguridad social, extendiendo derechos sociales a población excluida de
la misma. Constituye un dispositivo que amplía los derechos del trabajo a los
hogares de trabajadores del mundo de la informalidad, donde ciertamente se
hallan los mayores índices de pobreza. La promesa del ministro macrista
Bullrich “de eliminar la AUH
y reemplazarla por planes laborales" es claramente, entonces, la promesa
de la eliminación de un derecho social y su reemplazo por planes
asistencialistas para los que quedan fuera del trabajo, volviendo a excluirlos
de la seguridad social. Eso es, en concreto, lo que se desprende de las
palabras de Bullrich: volver a los principios del individualismo y a un Estado
neoliberal, que es precisamente el proyecto del PRO y de “Cambiemos”. Para esos
principios y ese Estado, los “derechos” dependen del mercado; es decir, no hay
derechos, sino capacidad (o no) de compra. Según esta lógica, el que tenga dinero
podrá comprar los servicios (a la salud, a la educación, etc.) y el que no
tenga dinero se tendrá que resignar a prescindir de los mismos.
Norberto Alayón
Noviembre 25 de 2015.
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