Vino mi “amigo” COVID a visitarme y me inquieté por su afán de contagiar. Me dijo que le encantaba, de ahora en más, convivir conmigo, pero que no me preocupara mucho porque iba a hacer todo lo posible para que nos lleváramos bien. Me pidió los datos de todos ustedes porque quería visitarlos también y sumarlos a su ya extenso grupo de “amigos” en todo el país. Por supuesto, me negué a facilitarle su tarea y no le pasé ningún nombre. ¡Quédense tranquilos!
Yo
me cuidé mucho desde marzo 2020. Es más, me cuidé muchísimo y, tal vez, hasta
exageradamente. Pero… aquí estoy con la firme compañía de mi nuevo “amigo”, a
pesar de las 3 vacunas ya recibidas. Hasta ahora no parece muy agresivo.
Veremos si cumple con su promesa. Eso sí, entre los síntomas me generó un
cálido y constante recuerdo de los predicadores antivacunas, de los
irresponsables que azuzaban con aquello de la “infectadura”, de los
antibarbijos (de los que los quemaban públicamente y de los que aún siguen sin
usarlos), de los “libertarios”. En fin, seguiré resistiendo lo mejor que pueda,
contra las dos pandemias que afectan gravemente al país: la del COVID y la del
macrismo y sus aliados. L@s saludo con afecto.
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