viernes, 24 de junio de 2016

“LAS POLÍTICAS SOCIALES DEL MACRISMO”
Prof. Norberto Alayón - Junio 2016


Mauricio Macri, ingeniero civil graduado en la Pontificia Universidad Católica Argentina, es el empresario neoliberal que asumió como Presidente de los argentinos en diciembre de 2015. Previamente, en dos mandatos consecutivos, fue Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, durante ocho años, entre 2007 y 2015. Su Jefe de Gabinete de Ministros, durante todo su mandato, fue Horacio Rodríguez Larreta, actual Jefe de Gobierno de la CABA (desde diciembre de 2015). Sus Ministros de Desarrollo Social en la ciudad fueron Esteban Bullrich, María Eugenia Vidal y Carolina Stanley.

En la actualidad, el Ministerio de Desarrollo Social pasó a denominarse Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, conducido por Guadalupe Tagliaferri, que había sido durante el gobierno de Mauricio Macri en la ciudad Directora General de la Mujer, Subsecretaria de Promoción Social y Presidenta del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

En estos días, fue declarado el estado de Emergencia de las políticas públicas y de la situación laboral en dicho Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la CABA, por parte de los trabajadores organizados en la Junta Interna de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) Promoción Social. Denuncian que “este escenario es consecuencia de un deterioro sistemático que, en nombre de la eficacia y la eficiencia, desgastó, recortó, tercerizó y fragmentó las políticas sociales en la Ciudad. La gestión del Partido PRO, en los últimos ocho años, desligó al Estado de sus responsabilidades como empleador y como garante de derechos para la población más vulnerable. Se deterioraron, así, el carácter público de las políticas sociales y, también, las condiciones laborales de sus trabajadores/as.”

Los integrantes de la Junta Interna de ATE trabajan en las Direcciones de Mujer, Adicciones, Niñez y Adolescencia y en el Programa Buenos Aires Presente. Destacan que “conocen, mejor que nadie, el desmembramiento y la falta de presupuesto de los programas destinados a trabajar con la población en situación de calle, con niñas/os y adolescentes víctimas de explotación sexual, en el abordaje del uso problemático de sustancias psicoactivas, y en la restitución y el fortalecimiento de los vínculos familiares y comunitarios en las villas de emergencia.” La Dirección de la Mujer está a cargo de María Lorena Calzetta; la de Adicciones a cargo de Héctor David Ríos; y la de Niñez y Adolescencia a cargo de Gabriela Marcela Francinelli.

Precisan que “Esta es la pesada herencia del macrismo en la Ciudad, hoy continuada por Horacio Rodríguez Larreta: el vaciamiento de políticas públicas y el desborde de los dispositivos, la falta de recursos esenciales (humanos y materiales) para desarrollar tareas sensibles, condiciones edilicias y de medioambiente de trabajo paupérrimas. Se le suma a esto una tendencia hacia la privatización y la tercerización, así como una ausencia de abordajes integrales y articulados.”

Señalan, a la vez, que “las intervenciones, fragmentadas y desarticuladas, producen efectos de revictimización, dado que las personas con las que trabajamos deben exponer sus historias en reiteradas oportunidades, a la espera de una atención de las demandas que, en muchos casos, jamás serán abordadas en la forma que corresponde.”

Los trabajadores mencionan que realizan su tarea “en lugares derruidos, que contrastan brutalmente con la megaobra arquitectónica de la nueva Jefatura de Gobierno (en Parque Patricios). Un palacio de cristal destinado a tareas administrativas, que se contrapone atrozmente con las dependencias donde se atienden problemáticas sensibles.” “Así, nos vemos sometidos/as a realizar entrevistas en pasillos, escaleras, en la calle o en oficinas con espacios únicos sin divisiones, donde es una tarea titánica efectuar la atención en el marco de respeto que esto amerita.”

Alertan sobre la “falta de vacantes en refugios y hogares” y sobre la existencia de “unas 17 mil personas en situación de calle”. “El único subsidio habitacional que ofrece el GCBA en la actualidad, para familias, es de $ 1.800 por mes, por no más de 10 meses (si se trata de una persona sola, el subsidio es todavía menor). Hoy el valor de una habitación para tres personas, en un hotel familiar que ni siquiera cumplimenta las mínimas condiciones de higiene y seguridad, no baja de los $ 4.000 mensuales.”

Por otra parte “se incrementaron los requisitos, formularios y papeles a llenar, y las inscripciones deben realizarse vía web, cuando muchas veces ni los destinatarios ni los efectores cuentan con computadoras o acceso a Internet.”

Asimismo, manifiestan que “los ocho años de Mauricio Macri como Jefe de Gobierno  dejaron altísimos porcentajes de informalidad en el empleo público, que lejos están de bajar con (el nuevo Jefe) Rodríguez Larreta. La informalidad tiene como consecuencia la desigualdad en los salarios, así como también el desamparo legal ante un posible despido para quienes, pese a trabajar desde hace años, facturan como monotributistas.”

Los trabajadores agregan que “este panorama hace muy difícil el sostenimiento de las políticas sociales. En el ministerio hay más de 1.200 compañeros/as sin estabilidad laboral: 900 bajo contrato de locación y cerca de 300 por ONGs y UBA. Si le sumamos que el GCBA calcula la canasta básica para una familia con dos hijos/as en casi $ 18.300 y que percibimos salarios de entre $ 8.000 y $ 12.000, esto deriva en ciclos de despidos encubiertos o por goteo.”

Finalmente, reiteran la declaración del estado de Emergencia puntualizando que “las renuncias constantes, al igual que el pluriempleo, son la consecuencia práctica de los salarios insuficientes y la falta de derechos básicos. El trabajo con los destinatarios de los programas se ve comprometido de múltiples formas. El consenso y la implementacion de estrategias que se sostengan en el tiempo son imposibles con la rotación de profesionales, que afecta muchos de los programas. Cada renuncia -cada despido encubierto-, además, implica saberes y experiencia que se dejan ir.”


Concluyen su declaración, resaltando que esta situación “es imperdonable en la jurisdicción con mayor ingreso per capita de la Argentina” y que “las falsas promesas de ‘alegría’ y de ‘pobreza cero’ intentan disfrazar la cruda realidad que se vive en la ciudad de Buenos Aires.”  

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