“LAS
POLÍTICAS SOCIALES DEL MACRISMO”
Prof.
Norberto Alayón - Junio 2016
Mauricio Macri, ingeniero civil graduado en la Pontificia Universidad
Católica Argentina, es el empresario neoliberal que asumió como Presidente de
los argentinos en diciembre de 2015. Previamente, en dos mandatos consecutivos,
fue Jefe de Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, durante ocho años, entre
2007 y 2015. Su Jefe de Gabinete de Ministros, durante todo su mandato, fue
Horacio Rodríguez Larreta, actual Jefe de Gobierno de la CABA (desde diciembre de
2015). Sus Ministros de Desarrollo Social en la ciudad fueron Esteban Bullrich,
María Eugenia Vidal y Carolina Stanley.
En la actualidad, el Ministerio de Desarrollo Social pasó a
denominarse Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, conducido por Guadalupe
Tagliaferri, que había sido durante el gobierno de Mauricio Macri en la ciudad
Directora General de la Mujer ,
Subsecretaria de Promoción Social y Presidenta del Consejo de los Derechos de
Niñas, Niños y Adolescentes.
En estos días, fue declarado el estado de Emergencia de las
políticas públicas y de la situación laboral en dicho Ministerio de Desarrollo
Humano y Hábitat de la CABA ,
por parte de los trabajadores organizados en la Junta Interna de ATE
(Asociación de Trabajadores del Estado) Promoción Social. Denuncian que “este
escenario es consecuencia de un deterioro sistemático que, en nombre de la
eficacia y la eficiencia, desgastó, recortó, tercerizó y fragmentó las
políticas sociales en la Ciudad. La
gestión del Partido PRO, en los últimos ocho años, desligó al Estado de sus
responsabilidades como empleador y como garante de derechos para la población
más vulnerable. Se deterioraron, así, el carácter público de las políticas
sociales y, también, las condiciones laborales de sus trabajadores/as.”
Los integrantes de la Junta Interna de ATE trabajan
en las Direcciones de Mujer, Adicciones, Niñez y Adolescencia y en el Programa
Buenos Aires Presente. Destacan que “conocen, mejor que nadie, el desmembramiento
y la falta de presupuesto de los programas destinados a trabajar con la
población en situación de calle, con niñas/os y adolescentes víctimas de
explotación sexual, en el abordaje del uso problemático de sustancias
psicoactivas, y en la restitución y el fortalecimiento de los vínculos
familiares y comunitarios en las villas de emergencia.” La Dirección de la Mujer está a cargo de María
Lorena Calzetta; la de Adicciones a cargo de Héctor David Ríos; y la de Niñez y
Adolescencia a cargo de Gabriela Marcela Francinelli.
Precisan que “Esta es la pesada herencia del macrismo en la Ciudad , hoy continuada por
Horacio Rodríguez Larreta: el vaciamiento de políticas públicas y el desborde
de los dispositivos, la falta de recursos esenciales (humanos y materiales)
para desarrollar tareas sensibles, condiciones edilicias y de medioambiente de
trabajo paupérrimas. Se le suma a esto una tendencia hacia la privatización y
la tercerización, así como una ausencia de abordajes integrales y articulados.”
Señalan, a la vez, que “las intervenciones, fragmentadas y
desarticuladas, producen efectos de revictimización, dado que las personas con
las que trabajamos deben exponer sus historias en reiteradas oportunidades, a
la espera de una atención de las demandas que, en muchos casos, jamás serán
abordadas en la forma que corresponde.”
Los trabajadores mencionan que realizan su tarea “en lugares
derruidos, que contrastan brutalmente con la megaobra arquitectónica de la
nueva Jefatura de Gobierno (en Parque Patricios). Un palacio de cristal
destinado a tareas administrativas, que se contrapone atrozmente con las
dependencias donde se atienden problemáticas sensibles.” “Así, nos vemos
sometidos/as a realizar entrevistas en pasillos, escaleras, en la calle o en
oficinas con espacios únicos sin divisiones, donde es una tarea titánica
efectuar la atención en el marco de respeto que esto amerita.”
Alertan sobre la “falta de vacantes en refugios y hogares” y
sobre la existencia de “unas 17 mil personas en situación de calle”. “El único
subsidio habitacional que ofrece el GCBA en la actualidad, para familias, es de
$ 1.800 por mes, por no más de 10 meses (si se trata de una persona sola, el
subsidio es todavía menor). Hoy el valor de una habitación para tres personas,
en un hotel familiar que ni siquiera cumplimenta las mínimas condiciones de
higiene y seguridad, no baja de los $ 4.000 mensuales.”
Por otra parte “se incrementaron los requisitos, formularios
y papeles a llenar, y las inscripciones deben realizarse vía web, cuando muchas
veces ni los destinatarios ni los efectores cuentan con computadoras o acceso a
Internet.”
Asimismo, manifiestan que “los ocho años de Mauricio Macri
como Jefe de Gobierno dejaron altísimos
porcentajes de informalidad en el empleo público, que lejos están de bajar con
(el nuevo Jefe) Rodríguez Larreta. La informalidad tiene como consecuencia la
desigualdad en los salarios, así como también el desamparo legal ante un
posible despido para quienes, pese a trabajar desde hace años, facturan como
monotributistas.”
Los trabajadores agregan que “este panorama hace muy difícil
el sostenimiento de las políticas sociales. En el ministerio hay más de 1.200
compañeros/as sin estabilidad laboral: 900 bajo contrato de locación y cerca de
300 por ONGs y UBA. Si le sumamos que el GCBA calcula la canasta básica para
una familia con dos hijos/as en casi $ 18.300 y que percibimos salarios de
entre $ 8.000 y $ 12.000, esto deriva en ciclos de despidos encubiertos o por
goteo.”
Finalmente, reiteran la declaración del estado de Emergencia
puntualizando que “las renuncias constantes, al igual que el pluriempleo, son
la consecuencia práctica de los salarios insuficientes y la falta de derechos
básicos. El trabajo con los destinatarios de los programas se ve comprometido
de múltiples formas. El consenso y la implementacion de estrategias que se
sostengan en el tiempo son imposibles con la rotación de profesionales, que
afecta muchos de los programas. Cada renuncia -cada despido encubierto-,
además, implica saberes y experiencia que se dejan ir.”
Concluyen su declaración, resaltando que esta situación “es
imperdonable en la jurisdicción con mayor ingreso per capita de la
Argentina ” y que “las falsas promesas de ‘alegría’ y de
‘pobreza cero’ intentan disfrazar la cruda realidad que se vive en la ciudad de
Buenos Aires.”
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