viernes, 13 de febrero de 2015

LOS ARGENTINOS QUE DEFENDEMOS AL PAÍS NO VAMOS A LA MARCHA DEL 18 F

Según el diario “Clarín”, representante junto al diario “La Nación” del poder mediático hegemónico que apunta a desestabilizar al gobierno constitucional, algunos argentinos que se encuentran veraneando en Playa del Carmen (México) han convocado en esa ciudad turística a la marcha opositora del 18 F. Parece tratarse de un interesante ejercicio de participación cívica, de ciertas clases sociales, que luego de la eventual concentración podrán continuar disfrutando sus vacaciones en los hoteles de 5 estrellas ("all inclusive"), de esas hermosas playas.

Esta suerte de obscenidad quejosa de los que tienen más, de los que poseen mucho más, revela la aspiración de estos sectores sociales de mantener evidentes privilegios por sobre los derechos del conjunto de la población. Ven afectados sus intereses (a veces apenas los simbólicos) por los proyectos nacionales y populares que se vienen desplegando en Argentina y en varios países de la América Latina y se muestran dispuestos a todo para desgastar y hasta interrumpir los mandatos democráticos. 

Los sectores conservadores, la Sociedad Rural Argentina, la gran burguesía, los que apoyaron a la genocida dictadura cívico-militar-eclesiástica de 1976, los neoliberales liderados por el Partido PRO del procesado Mauricio Macri, los oportunistas políticos de oposición que asumen objetivamente posiciones antinacionales, han convocado -con la excusa del fallecimiento del Fiscal Alberto Nisman - a una “Marcha del Silencio” para el 18 de febrero.

Dicho marcha constituye, sin lugar a dudas, una maniobra claramente destituyente que pretende debilitar y desestabilizar al gobierno, con el tácito apoyo de la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica.

Las argentinas y los argentinos, que reivindicamos la vigencia de proyectos nacionales y populares, NO APOYAMOS NI ASISTIREMOS a la parodia democratista de los sectores que se proponen desgastar y tumbar al gobierno constitucional, haciendo retroceder a la Argentina -y también a otros gobiernos populares de América Latina- hacia las épocas más oscuras de la violación de los derechos humanos y sociales de las mayorías.  

¡POR LA DEMOCRACIA, POR LA SOBERANÍA, POR LOS DERECHOS HUMANOS, POR EL DESARROLLO CON JUSTICIA SOCIAL!

Buenos Aires, febrero 13 de 2015.

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Prof. Norberto Alayón
Facultad de Ciencias Sociales (UBA)
Blog:  http://norbertoalayon.blogspot.com.ar
Twitter: https://twitter.com/NorbertoAlayon
FB: www.facebook.com/norberto.alayon

martes, 3 de febrero de 2015

Nota "Jauretche y Piketty", publicada en el diario "Tiempo Argentino" (Buenos Aires, 03/02/2015).
 
 
JAURETCHE Y PIKETTY
                                                                                                                                  Norberto Alayón (*)

(*) Trabajador Social. Profesor Titular Regular de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA)

Thomas Piketty es un economista francés, autor del exitoso libro “El Capital en el siglo XXI”. Se autodefine como un científico social que reclama para la economía “la necesidad de un abordaje que contemple la dimensión histórica, donde el conflicto juegue un rol más relevante”.
Arturo Jauretche fue un ensayista y político argentino que escribió “… con la esperanza de proporcionar al sociólogo, desde la orilla de la ciencia (destacado mío), elementos de información y juicio no técnicamente registrados…”. Anheló acercarse a José Hernández, autor del “Martín Fierro”, a quien definió como “un sociólogo nuestro que tampoco era de la especialidad”, pidiendo que “me ayuden a ponerme en la huella de tan ilustre marginal de lo científico”.
En un reciente reportaje del diario “Página 12” , Piketty señaló que “Por mucho tiempo, los economistas han tratado de presentar la economía como un tema tan sofisticado que es imposible de comprender para el resto del mundo. Eso es un chiste. Lo mejor que podemos hacer los economistas es ser modestos”. Y se preguntó: “¿Por qué se volvió tan complicada la economía? El abuso de la matemática es una forma fácil de parecer científico, es una estrategia que tiene que ver con el funcionamiento de la academia y las relaciones de poder”.
Jauretche, hace más de 40 años, nos había alertado que “cuando los economistas hablan muy difícil y nadie los entiende, no es que uno sea burro sino que seguro nos quieren meter el perro”. Sin desdeñar, de modo alguno, de la necesaria dimensión científica, me acuerdo igualmente de aquellos versos del “Martín Fierro”, cuando decía: “Hay hombres que de su cencia (sic) tienen la cabeza llena; hay sabios de todas menas, mas digo sin ser muy ducho, es mejor que aprender mucho, el aprender cosas buenas”.
Piketty señala que “La economía es una ciencia social que debe ser más humilde”, agregando que “Los temas económicos son demasiado importantes como para que sean dejados a los economistas”. Y Jauretche decía que “En economía no hay nada misterioso ni inaccesible al entendimiento del hombre de la calle. Si hay un misterio, reside él en el oculto propósito que puede perseguir el economista y que no es otro que la disimulación del interés concreto a que se sirve”.
Jauretche afirmaba que “La economía moderna es dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos. Estamos en un mundo económicamente organizado por medidas políticas, y el que no organiza su economía, políticamente es una víctima. El cuento de la división internacional del trabajo, con el de la libertad de comercio, que es su ejecución, es pues una de las tantas formulaciones doctrinarias, destinadas a impedir que organicemos sobre los hechos nuestra propia doctrina económica”.
Piketty, por su parte, critica al sistema financiero afirmando que “La clave para el desarrollo en América latina es generar los ahorros internos, la acumulación de capital y la acumulación de conocimiento para desarrollar otros sectores no vinculados a los commodities sin apoyarse demasiado en la inversión extranjera. El sistema financiero ha sido una fuente de inestabilidad. En los textos de economía se supone que la inversión extranjera es buena, pero en la vida real es muy difícil administrarla. La Argentina es lo suficientemente sabia para no depender demasiado del sector financiero internacional y sí recurrir el ahorro interno”. Jauretche había destacado, hace ya demasiado tiempo, que “Ese es el gran problema argentino; es el de la ‘inteligencia’ que no quiere entender que son las condiciones locales las que deben determinar el pensamiento político y económico”.
Supeditar los intereses nacionales al interés extranjero es una constante de los sectores conservadores del país. Mauricio Macri, el máximo dirigente del partido político PRO, expuso con contundente claridad su idea de cómo “defender” a la Argentina ante los embates de las “fondos buitres”, apoyados por el sistema judicial del imperio norteamericano. El procesado Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires expresó: “Ahora hay que ir, sentarse en lo del juez Griesa y hacer lo que diga”. ¡Fantástica propuesta! Este es el pensamiento genuino, reaccionario pero coherente con su ideología, de quien pretende ser el presidente de todos los argentinos. Si los argentinos nos decidiéramos por esta opción, quedaría gravemente afectada la posibilidad de garantizar la soberanía nacional y la consolidación de un sostenido bienestar social para la totalidad de los habitantes.
El francés Piketty y el argentino Jauretche quedan ligados en la aspiración de enfrentar los graves riesgos de la creciente y obscena concentración de riqueza, acerca de la cual Piketty afirma que “No podemos confiar en que las fuerzas naturales van a conducir ese proceso a un final razonable. Se requieren instituciones públicas fuertes. Los Estados de bienestar pueden hacer la diferencia”; añadiendo que “las instituciones de los Estados de bienestar son frágiles y están siendo amenazadas”.
Este economista, que en su libro enfatiza que “El análisis erudito jamás pondrá fin a los violentos conflictos políticos suscitados por la desigualdad”, cierra su importante obra con una suerte de cruel y certero aforismo: “Quienes tienen mucho nunca se olvidan de defender sus intereses”. Estoy seguro que Jauretche, “desde la orilla de la ciencia”, suscribiría fervientemente esta última afirmación del francés.
   
Buenos Aires, febrero 03 de 2015

lunes, 2 de febrero de 2015

Nota "LOS ESPÍAS DE LA CIA"

Nota breve "Los espías de la CIA", publicada en La Tecl@ Eñe,  Revista Digital de Cultura y Política (Buenos Aires, 02/02/2015).