PEQUEÑOS RECUERDOS DEL AYER
Para la historia del Trabajo Social en
Argentina
Norberto Alayón
Julio de 2023
El
Instituto de Servicio Social de la calle Bolívar 1128 de Buenos Aires, fundado
en septiembre de 1959, fue un relevante centro de formación en Servicio Social,
que se constituyó en bastión profesional de la época “desarrollista” en el
país.
El
mismo se erigió en un instrumento fundamental de actualización y dinamización profesional,
con la consecuente secuela de conflictos inherentes a este tipo de situaciones,
por la confrontación con los sectores más tradicionales de la profesión.
Se
trató de la institución educativa que, por primera vez en el país, otorgó el
título de “trabajador social” a los profesionales que se graduaban en la
disciplina.
Desde
los inicios de los años 60 funcionó en dicho Instituto un centro estudiantil:
el CETS (Centro de Estudiantes Trabajadores Sociales).
Como
en tantos otros ámbitos, la acción de los estudiantes -ayer y hoy- organizados en
Centros que los nuclean contribuye importantemente al fortalecimiento de sus
respectivas carreras.
En
este caso, en 1963, el CETS de dicho Instituto, por intermedio de la
Subcomisión de Actividades Culturales, en colaboración con la Revista
“Antropológica”, organizó un ciclo de conferencias y debates sobre “Estudios de
comunidad y realidad nacional”.
La
labor docente estuvo a cargo de los antropólogos EDUARDO LUIS MENÉNDEZ y BLAS MANUEL
ALBERTI, acompañados por varios alumnos de la carrera de Antropología de la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires: JORGE BRACCO,
SANTIAGO ALBERTO BILBAO, MIGUEL HÁNGEL GONZÁLEZ y HUGO ENRIQUE RATIER.
Menéndez
fue un destacado antropólogo graduado en la UBA y radicado en México desde
1976. Alberti fue el primer antropólogo graduado en la UBA y dirigente de la
Izquierda Nacional, liderada por Jorge Abelardo Ramos y Jorge Enea Spilimbergo.
Los
estudiantes de antropología que en esa ocasión secundaron a los docentes
titulares de las conferencias, fueron también una vez graduados importantes
cuadros profesionales con actuaciones en el país y en Latinoamérica.
Por
esos años, los estudiantes también pudimos convocar, por fuera del calendario
académico institucional, al arquitecto y psicólogo social ALFREDO MOFFAT quien
nos compartió las particularidades de su experiencia desplegada en Brasil.
A
su vez, el estudiantado liderado por el CETS desplegó una intensa actividad pública
de resistencia (aunque sin éxito final) ante el cese del director del Instituto
el Dr. RICARDO TARSITANO, reemplazado por decisión ministerial por los sectores
más tradicionales de la profesión encarnados por las asistentes sociales MARÍA CATALINA
TRILLO y BEATRIZ C. ARCURI, quien asumió la dirección del Instituto, perdiendo
su perfil innovador y progresista para la época.
Evocar
y destacar la significativa incidencia generada por la participación
estudiantil, implica el reconocimiento de su vital contribución en el propio
proceso de formación de los futuros profesionales.
De
los principales dirigentes de aquel activo y contestatario CETS surgieron los
impulsores de lo que fue luego la prestigiosa revista “Hoy en el Trabajo
Social” y el Grupo y la Editorial ECRO de Buenos Aires, colaborando decisivamente
en el fortalecimiento del Trabajo Social latinoamericano.
En
1964, mientras cursaba el segundo año de la carrera yo fui, con moderado
orgullo en este recuerdo, presidente de aquel CETS (Centro de Estudiantes
Trabajadores Sociales) del prestigioso Instituto de Servicio Social que lamentablemente
dejó de funcionar en 1969.
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