Los ex presidentes Mauricio Macri y Donald
Trump se acaban de reunir en Miami. En 2016 (el 27 de octubre) publiqué una
nota en la Revista “La Tecl@ Eñe”, con el título “LOS AMIGOS MAURICIO TRUMP Y
DONALD MACRI”. En la misma reseño diversas informaciones de Gabriela Cerruti,
Rodrigo Lloret, Laura Cortés y Juan Cruz Sanz que dan cuenta inequívoca sobre los
estrechos vínculos entre estos oscuros personajes, empresarios millonarios,
norteamericano uno y argentino el otro, volcados a la política, asumiendo
proyectos marcadamente anti-populares.
Según el testimonio de Gabriela Cerruti (en
su libro “El Pibe” del 2010) “Mauricio Macri y el misionero Ramón Puerta (embajador
argentino en España en 2016) se conocieron en
Puerta fue bautizado por Carlos Menem como
“el alumno más aplicado del modelo” y tuvo el récord de haber privatizado el
Banco de
Ramón Puerta se dedicaba a disfrutar los
placeres de la vida en sus plantaciones cuando Mauricio Macri ya visitaba
Misiones con su padre para ver avanzar las obras de la represa Yacyretá. La
construcción de la represa fue decidida por el gobierno peronista en 1973, pero
su licitación se entregó en plena dictadura militar a un consorcio integrado,
entre otros, por IMPRESIT-SIDECO.
Yacyretá fue terminada recién en 1998 y
acumuló causas judiciales y comisiones investigadoras por los precios
exorbitantes que terminaron pagándose por sus obras; la utilización ilegal de
mecanismos de reembolso, como los de la promoción industrial, que fueron
adjudicados a los consorcios extranjeros mediante falsa documentación, y las
denuncias de ambientalistas y hasta el Banco Mundial por la afectación a la
zona, a los ríos, las Cataratas del Iguazú y el desplazamiento de más de cuatro
mil familias que vivían en la zona.
Los sobreprecios por Yacyretá y las maniobras
de dilación fueron tan exorbitantes, que tuvo la rara paradoja de ser nombrada
por el presidente Carlos Menem (que sí poseía buen conocimiento de estos temas)
como “el monumento a la corrupción”.
M.Macri llegó a cambiar su domicilio y
fijarlo en Misiones para poder acceder tanto a votar a su amigo, como a
participar de todas las contrataciones del Estado que exigían residencia en la
provincia.
En algunos años, las empresas de Mauricio
Macri se hicieron cargo de la construcción del puente Posadas-Encarnación; la
fábrica de Celulosa Puerto Piray (que quedó a medio construir y fue adquirida
así por el Citibank); el asfaltado de la ruta 12 que accede a Cataratas del
Iguazú; la pavimentación de la ruta 103; y el asfaltado de la pista del
Aeropuerto de Apóstoles.
El gran negocio para SIDECO fue la
construcción de la represa Urugua-í, que no sólo copió el modelo de generación
eléctrica de Yacyretá sino también el esquema de pagos y reembolsos. La obra
presupuestada en 80 millones de dólares costó finalmente 300 millones y terminó
en una causa por defraudación y estafa contra el gerente del emprendimiento, Néstor
Grindetti, quien iba a ser luego ministro de Hacienda de Mauricio Macri en la
ciudad de Buenos Aires. (Grindetti es actualmente el intendente de Lanús en la
provincia de Buenos Aires y titular de cuentas offshore no declaradas, en los
“paraísos fiscales” de Panamá).
Mauricio logró hacerse acreedor del contrato
para construir la costanera de Posadas, un paseo con vista al nuevo espejo de
agua de la ciudad, que formaba parte del plan de obras post-Yacyretá. La
costanera se convirtió en un lugar de paseo obligado de los misioneros y en un
chiste ineludible: “Cada metro de la costanera cuesta más que un metro de
subterráneo en París”.
Si Gregorio Chodos ofició de padrino y
protector en su vida privada y empresaria, y Nicolás Caputo de amigo todo
terreno en las buenas y en las malas, fue sin duda Ramón Puerta el gran jefe,
compinche, consejero, de Mauricio Macri en su carrera política. Tanto fue así
que Macri pensó seriamente en iniciar su carrera política como candidato a
diputado nacional por Misiones en el año 1999, acompañando la lista que llevaba
a Ramón Puerta de candidato a senador.
Si puerta le abrió a Mauricio Macri su
estancia, sus consejos políticos y la obra pública en Misiones, Mauricio le
llevó a la provincia un contacto inestimable: el magnate Donald Trump se hizo
cargo del Casino, el primero privatizado del país. Trump se asoció para esto a
Miguel Egea, ese oscuro personaje del menemismo relacionado con ex represores
de
Rodrigo Lloret, en el Diario Perfil, menciona que “los empresarios Trump y Mauricio, devenidos en políticos, se conocieron cuando el argentino tenía 24 años y el norteamericano 40. “Es una larga historia, de hace mucho tiempo. Fue cuando tuve que cerrar un negocio familiar en Nueva York”, le dijo Macri a la cadena estadounidense CBS, cuando le preguntaron por sus vínculos comerciales con el republicano. En esa entrevista, transmitida para los Estados Unidos, Macri reconoció que las gestiones que tuvo que realizar con Trump representaron su debut en los emprendimientos internacionales.
La
historia fue revelada en Estados Unidos en la biografía del magnate neoyorkino,
titulada Trump: The Deals and
the Downfall (Trump:
los negocios y la caída), escrita por el periodista Wayne Barret, que realizó
investigaciones para Newsweek y también fue docente de periodismo en
Desde 1979 hasta 1984, el Grupo Macri quiso construir
conjuntamente con el Grupo Trump un edificio de 150 pisos en Nueva York,
sobre una propiedad que Franco Macri había comprado en el lado oeste de
Manhattan. El Proyecto Lincoln West no prosperó, pero generó una muy buena relación entre
los empresarios y, con el tiempo, Trump empezó a visitar a sus amigos
argentinos para alojarse en la quinta Los Abrojos -el refugio que Macri tiene
en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas-, o en la mansión que la
familia del ex presidente de Boca tiene en Punta del Este.
“Me encanta Buenos Aires, es una
hermosa ciudad. Conozco grandes hombres de negocios en la región, como Macri.
Es un buen tipo”, confesó Trump en 2012 al diario
El 31/7/15 , Laura Cortés escribió en InfoBaires 24 “el periodista norteamericano Joe
Goldman, quien vive hace varios años en el país y se desempeña como
corresponsal y productor de ABC News, se refirió a la biografía no autorizada
del magnate ultraderechista Donald Trump, escrita por su amigo personal, Wayne
Barrett. Allí, Barrett revela los estrechos vínculos de Trump con la familia
Macri; tanto con Franco como con el ahora candidato presidencial por el PRO,
Mauricio.
“El grupo Macri intentó hacer negocios contruyendo un edificio de 150 pisos en Nueva York sobre una propiedad que Franco había comprado en el lado oeste de Manhattan”, contó Goldman.
Efectivamente, a principio de los ’80,
la familia Macri, enriquecida durante la dictadura cívico-militar que se
encargó de estatizar su deuda, decidió globalizar su negocio comprando
propiedades en la ciudad de Nueva York. “Macri Group” adquirió el 65% de Lincoln
West, el predio más importante y caro de toda la isla de Manhattan.
El empresario estadounidense había sido
su dueño hasta 1979, cuando se desencadenaron una serie de protestas vecinales
y quejas de urbanistas por la insólita idea de erigir un edificio de semejante
tamaño. Por eso, Trump utilizó a los Macri como fachada, mientras él tramitaba
los cambios de ordenanzas, leyes de vivienda, medio ambiente y demás, que
estaban frenando su millonario negocio.
El pequeño hijo del empresario Macri,
de por entonces 21 años de edad, se involucró personalmente en el proyecto
faraónico que desarrollaron las empresas de manera conjunta. Por esa razón,
cuando Trump vino a
En definitiva, ese fue el debut de
Macri hijo en los negocios familiares. El periodista norteamericano agregó,
además, que Trump “no es muy bien visto en los Estados Unidos por sus vínculos
con gángsters y con la mafia de Nueva York y Atlantic City”. Pero si hay algo
que tienen en común los dos candidatos a presidente, es su claro tinte
xenófobo, su impronta conservadora y neoliberal y su larga lista de turbias
amistades.”
Juan Cruz Sanz, en Infobae del 27/9/16,
hace referencia al libro de Franco Macri del 2013 (“Charlas con mis nietos”),
en donde se puede leer: “Estábamos con Mauricio en Nueva York en medio de
difíciles negociaciones con Donald Trump por Lincoln West, un proyecto
inmobiliario que pretendimos realizar y que terminamos vendiendo a Trump por 95
millones de dólares en diciembre de
El 25/9/16, en la publicación “Nuestras
Voces”, Gabriela Cerruti escribe una nota titulada “Buenos Muchachos”, donde
expresa que “Mauricio Macri y Donald Trump prefieren no recordar sus años
juveniles en Nueva York, cuando compartieron negocios, relaciones con
El secreto mejor guardado entre Donald Trump,
Mauricio y Franco Macri es
qué sucedió en aquella suite del Sherry Netherlands
Hotel en la que sellaron un acuerdo de
negocios y silencio. Mauricio se quedó con un cheque de 150 millones de dólares
y la amistad perpetua del magnate de la televisión norteamericana. Trump, con
un negocio inmobiliario en West Manhattan y
la promesa de inversiones en la Argentina.
“Me acuerdo lo que me impactó ese
cheque”, recuerda el ahora Presidente argentino. “Me acuerdo que
cuando vi esa cantidad de ceros pensé: nunca más voy a ver un cheque así en mi
vida”. Fue el primer gran negocio de
Fue Koch, precisamente, uno de los nexos entre Macri y
Trump. Alentado por los millonarios negocios
que hacía en
Waste Managament Inc y SIDECO también
incursionaron como sociedad en el negocio en Brasil, quedándose con ENTERPA AMBIENTIAL
SA de Brasil durante el mismo período en
que FLEG TRADING ponía
los 9,3 millones de dólares para adquirir la parte de SOCMA AMERICANA en OWNERS.
Waste Managment Inc. fue investigada por sus vínculos con las cinco familias de
El encargado de abrir las puertas a los
Macri en ese mundo ítalo neoyorkino fue Giorgio Nocella,
un amigo que llegó de la mano del Avvocato Giovanni Agnelli,
uno de los hombres más poderosos de Italia en los años ochenta. Agnelli, Capo
de
Nocella llevó a Sideco y los Macri a
Venezuela, para incursionar en el negocio del petróleo y las autopistas, y allí
conocieron a Diego Arría, intendente
entonces de Caracas y hoy ferviente opositor al gobierno de Hugo Chávez, y a Abraham Hirschfeld,
un sofisticado personaje centro de relaciones políticas, empresariales y
mafiosas en los Estados Unidos. Ese grupo de negocios es el que desembarcó en
Nueva York para intentar el sueño americano aliados con Donald Trump.
Alentados por haberse quedado con el
negocio de la basura, Franco envió a Mauricio Macri a instalarse en los Estados
Unidos para llevar adelante su proyecto inmobiliario. Se trataba de un complejo
de torres en Penn Station, una vieja playa de maniobras de ferrocarriles en la
zona Noroeste de Manhattan. Las tierras habían sido adquiridas por Trump y
Hirschfeld en un principio, pero era necesaria una ardua negociación con la
política local para conseguir la rezonificación del lugar y el crédito para
financiarlo.
Trump le vendió entonces su parte a los
Macri que se asociaron con Hirschfeld, conocido como “el señor garaje” porque
había adquirido todos los terrenos fiscales y baldíos de Nueva York para
convertirlos en playas de estacionamiento. En el final de la
década del 90, Hirschfeld terminó finalmente en prisión, condenado por haber
contratado un sicario para asesinar a un socio,
y desde allí mandó matar también a la jueza que seguía su causa. Un poco
después, fue el primero en proponer a Donald Trump como candidato a presidente.
Macri llevó como asesor para el emprendimiento a José
Alfredo Martínez de Hoz. Debían
armar una ingeniería financiera que permitiera obtener un préstamo del Chase Manhattan.
Al mismo tiempo, trataban de convencer a la opinión pública progresista de la
ciudad para que no se opusiera a la construcción de torres y para despegarse de
la imagen del grupo argentino cercano a los militares que se había instalado en
la prensa del lugar como el Village Voice,
que publicaba permanentemente artículos en contra de la incursión macrista.
Un personaje inesperado se sumó al
grupo: de la mano de José López Rega y
su vínculo con Licio Gelli,
el ex secretario de Vivienda de Isabel Perón, Juan Carlos Basile,
comenzó a oficiar de nexo con los sindicatos de la construcción y las Familias.
“Mauricio me llamó a Buenos Aires, nos encontramos en el edifico Catalinas y le
dije: ustedes creen que porque conocen las Familias italianas tienen todo
cerrado. Pero Nueva York es distinto, son cinco grupos y tienen repartidos los
negocios”.
Con la ayuda del alcalde Koch y muchos
millones distribuidos en prensa, propaganda, sindicatos y concejales, el
proyecto finalmente fue aprobado. Pero el Chase Manhattan, que tenía que
otorgar el crédito para la financiación, exigió que se sumara un “emprendedor
reconocido” y allí volvió Trump a escena. Fueron meses de
negociaciones en los que Mauricio terminó haciéndose íntimo amigo.
“Yo
creo que me ayudó en esa negociación la audacia de mis veintipico. Trump era loco,
caprichoso, y yo llegaba tarde a las reuniones, se las cambiaba de horario. No,
Donald, salgamos con chicas esta noche y mañana reunámonos a la tarde…”, cuenta
Mauricio. Trump vino varias veces a Buenos Aires, donde se alojaba en la quinta Los Abrojos de
los Macri en
Malvinas Argentinas y en Terrazas de
Manantiales. También recorrió Misiones, donde años
más tarde lograría de la mano del actual embajador en España, Ramón Puerta,
quedarse con la privatización del primer Casino privado de
En algún momento, la negociación
fracasó. Trump no se sumó al proyecto sino que volvió a comprar la parte de
Macri con ese cheque en esa reunión. Franco siempre
creyó que había un acuerdo entre Mauricio y Trump para que ellos llevaran
adelante todo el trabajo y
la inversión para conseguir la aprobación del proyecto y la rezonificación y
devolvérselo al ahora candidato republicano.
Junto a la publicación de The Washington Post también
un libro en Buenos Aires vuelve sobre la oscura relación de Trump con Mauricio
Macri. A veinte años de su secuestro, Natasha
Niebieskikwiat sostiene
que Franco Macri estaba convencido que era una venganza de Trump. Tanto que así
se lo dijo al entonces embajador de Estados Unidos en
No hay comentarios:
Publicar un comentario