“MAURICIO MACRI TIENE MUY POCA CAPACIDAD PARA ENTENDER EL DAÑO QUE HA CAUSADO” (Presidente ALBERTO FERNÁNDEZ).
miércoles, 31 de marzo de 2021
lunes, 29 de marzo de 2021
lunes, 22 de marzo de 2021
MACRI, EL ESCRITOR
Norberto
Alayón – Marzo 2021
En
el año 2018, la Editorial Espacio de Buenos Aires publicó mi libro “NO al macrismo desde el Trabajo Social”,
prologado por Federico Schuster.
Los
contenidos de dicho texto concitaron un sugestivo interés especialmente en el
campo del Trabajo Social, aunque también en el ámbito de las ciencias sociales
en general.
Ello
habilitó la presentación del libro, entre el 2018 y el 2019, en 21 ocasiones: 12 en universidades nacionales (Comahue, La
Rioja, Arturo Jauretche, Moreno, Jujuy, Tilcara, Lomas de Zamora, José C. Paz,
Tandil, Mar del Plata, Miramar y Santa Fe) y 9 en asociaciones, colegios,
consejos, institutos (Ciudad de Buenos Aires, San Bernardo, Resistencia, Corrientes,
Catamarca, Formosa, Morón, La Matanza y Lanús). Asimismo se realizaron entrevistas
televisivas y radiales, como así también variadas notas en diversos medios de
comunicación escritos.
Tal
impacto editorial y mediático, inmediatamente habría llegado a oídos de los asesores del endeudador serial y gran
militante de las mentiras sistemáticas que encabezó una de las peores pandemias
(políticas, económicas, sociales) que debió soportar la nación Argentina.
Entonces,
Mauricio Macri, al parecer, suspendió momentáneamente su descanso en las
clásicas reposeras y se abocó a leer detenidamente (aunque con cierto esfuerzo
intelectual) los escritos de este trabajador social que estaba sumamente
preocupado por la grave situación por la que atravesó el país desde diciembre
de 2015.
Y
es que el proyecto conservador y neoliberal del Partido PRO y la Alianza
Cambiemos (hoy Juntos por el Cambio), superando lo que muchos habíamos
previsto, había significado una verdadera catástrofe social, de alcance
nacional, retrotrayendo al país a las épocas más oscuras y degradadas de su
historia.
Para
decirlo muy claramente y sin eufemismo alguno, se había tratado de un gobierno
conducido por los ricos en defensa de los intereses más obscenos de los propios
ricos, evidenciando desprecio y hasta odio hacia los sectores más vulnerados de
la sociedad.
Ese
proyecto, continuador objetivo de las políticas económicas y sociales
impulsadas por la dictadura cívico-militar de 1976-1983 y luego por el
menemismo de los años 90, encontró en Mauricio Macri al personaje ideal para
representar y desplegar, con tenacidad cruel, las históricas aspiraciones de
los sectores de mayor poder económico que no se resignan siquiera a ver
limitados sus enormes privilegios.
El
proyecto del macrismo y sus aliados, articulado e impulsado a nivel global por
la lógica del más bárbaro capitalismo (el financiero), que atenta contra los
derechos de las mayorías populares, colisiona indefectiblemente con los valores
que sustenta una profesión como el Trabajo Social.
Después
de la esforzada lectura del libro de este terco trabajador social, que le sonó
a libelo (o a libélula según la cantidad de vocablos que cada uno es capaz de
entender), Mauricio Macri se habría ofendido con
el autor, decidió que tenía que confrontar con el mismo, desmentirlo y le encomendó
para ello, a algunos escribas amigos, que bosquejaran un texto con la estricta
condición de que la redacción principal estaría absolutamente a su cargo,
habida cuenta de su reconocida competencia literaria y aguda pluma.
Luego,
Macri presentó “su” libro ante un grupo de seguidores y seguidoras del atraso. Faltó
Elisa Carrió, que no asistió porque, según dijo, es “una persona de riesgo”. En
esta ocasión, Carrió -que se hace y es extraviada- dijo una verdad incontrastable:
“es una persona de riesgo”.
Ante
esta situación, de competencia literaria, me veré en la obligación de escribir
otro libro, sin ayuda alguna de mis amigos para redactarlo. Llevará por título “NO al macrismo desde el Trabajo Social II”.
Seguramente recibiré muchas propuestas de editoriales para traducirlo, por lo
menos, a 16 idiomas extranjeros.
Y
por qué me propongo asumir este esfuerzo, con mis inminentes 76 años, mientras
sigo esperando la vacunación contra el Covid en la ciudad de Buenos Aires.
Porque, como consta en una de las 48 notas que integran mi libro original, “contra el macrismo todos podemos (y
debemos) hacer algo”.
Mi
convicción se fundamenta en que confrontar y denunciar los alcances nocivos del
proyecto neoliberal que devastó a la Argentina, constituye un imperativo ético
para contribuir a conducir al país hacia la consolidación de un nuevo proyecto que
se proponga combatir la desigualdad, eliminar la pobreza extrema y las diversas
formas de discriminación.
En
suma, para fortalecer el propio funcionamiento democrático, a partir de la
ampliación y defensa irrestricta de los derechos sociales, políticos y
económicos que posibiliten una vida digna para todos los habitantes de la
nación.
viernes, 19 de marzo de 2021
PEQUEÑOS RECUERDOS DE LA CÁRCEL
Norberto
Alayón – Marzo de 2021
Seguramente por la pandemia del Covid, la llegada en pocos días más de los 76 años y también por las particularidades del comportamiento psicológico de cada uno, desempolvar viejas cajas de archivos con materiales variados se esté convirtiendo en una más de las actividades actuales.
En ese quehacer, me acabo de reencontrar con una vieja carta fechada el 31 de mayo de 1976, acerca de la cual haré el siguiente comentario sobre cuestiones personales y familiares (y por supuesto también políticas), habida cuenta de que este espacio del famoso Facebook parece estar destinado a “amigos”, de quienes espero comprensión y hasta indulgencia por el estilo autorreferencial.
La carta, manuscrita, está dirigida a Don Ricardo y a Doña Delia, mis padres, que vivían desde siempre en Buenos Aires. Llegó, por correo postal, desde Posadas (Misiones) y está firmada por Estela (que era, y es, Estela Grassi, mi compañera de vida desde aquellos años, tiempo después “esposa legal” -no concubina como le enrostraban mis impolutos carceleros-, madre de nuestro hijo y abuela de nuestra nieta).
Estela se comunicaba permanentemente con mis padres, que padecían importantes problemas de salud, en especial mi madre, en virtud de que yo estaba detenido en la cárcel de Candelaria (Misiones) desde el 5 de abril de ese año 1976. Como sabemos, el 24 de marzo de 1976 se había consumado el golpe cívico-militar que se convirtió en la dictadura genocida más atroz que debió soportar la Argentina.
Con 24 años en ese momento, Estela había quedado sola en Posadas ya que sus padres y su hermano menor vivían en una localidad del interior de la provincia de Chaco. Y en esa carta familiar ella le contaba a mis progenitores:
“Seguí hablando con un montón de gente; todos me aseguraban que Norberto recuperaría su libertad, ya que no hay cargos contra él. Recién vengo del Regimiento de Posadas, de hablar con un militar, quien luego de hacerme unas bromas acerca de a quién habré votado yo para gobernador (Norberto había sido precisamente candidato a gobernador por el Frente de Izquierda Popular en las elecciones del 13/4/1975), de hacer una gran alabanza de Abelardo Ramos y de hablar durante una hora y media, me dijo que no me preocupara, que lo de Norberto está aclarado, que él va a recuperar su libertad. A lo que le pregunté cuándo. Dice por lo menos un mes más, ya que según él ya tenían de antes cuánto tiempo le darían a cada uno. Dice que no hay problemas, que Norberto está caratulado como un “hombre que piensa de acuerdo a su conciencia”, y no tiene cargo alguno. Entonces le pregunté si por pensar de acuerdo a la conciencia de uno, se merece 3 meses preso, a lo que me contestó que en este país sí y que a él el Ejército le paga un sueldo para que cumpla órdenes y no piense.”
Mientras el militar que entrevistó Estela seguía supuestamente “sin pensar” y yo sin enterarme que era alguien que pensaba según mi conciencia, me pasé otros 6 meses más detenido, incomunicado, sin visitas, sin correspondencia, sin abogado, sin saber nada de mis padres, ni de mis dos pequeñas hijas que vivían en Corrientes, hasta que me liberaron hacia fines del 76 desde la cárcel de Resistencia (Chaco), adonde me habían trasladado en el mes de septiembre. Previo a esta carta de Estela del 31/5, ella no sabía que en el Día de la Patria (el mismo 25 de Mayo) en el penal de Candelaria ya me habían notificado que los genocidas Videla y Harguindeguy me habían puesto a disposición del PEN (Poder Ejecutivo Nacional), por medio de un Decreto que tenía fecha del 14 de mayo.
Al salir de la cárcel me enteré que había sido dejado cesante por una ley de “seguridad nacional”, en mi cargo de Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones, por supuesto sin indemnización alguna por la función docente que desempeñaba desde marzo de 1970. Dicha ley, del gobierno inconstitucional, además me impedía ocupar cargos públicos por cinco años.
En la cercanía de un nuevo 24 de marzo, una vez más, adquiere suma importancia reivindicar el concepto y la convicción de mantener viva la memoria acerca de la gravedad de lo acontecido en el período 1976-1983. El proyecto neoliberal, impulsado con lamentable éxito por la bárbara dictadura cívico-militar, encarnado y continuado años después en el menemismo y en el macrismo exige, a quienes seguimos deseando contribuir a consolidar un país con justicia social y dignidad para todos, un firme compromiso para mantener vigente ese objetivo.
De mi parte, dentro de las limitaciones de cada uno, intento seguir actuando en ese sentido, pero debo confesarles -aprovechando este moderno canal “amistoso” del facebook- que no puedo, ni quiero olvidarme de lo sufrido en lo personal y en lo social. Tal vez no sea la conducta más madura; pero bueno, cada uno es lo que es o lo que puede ser. No quiero fingir un excelso comportamiento, para aparentar una eventual gran virtud que no poseo.
Hace ya mucho tiempo, en junio de 1984 en un Congreso de Trabajo Social llevado a cabo en Tucumán, manifesté que “Los trabajadores sociales, por nosotros y por la dignidad del pueblo con el cual trabajamos, tenemos el derecho y la obligación de evitar constituirnos en un conglomerado amorfo, vacío de memoria colectiva. Queremos advertir, que no sugerimos ninguna variante revanchista; pero tampoco queremos contribuir a la candidez o a la zoncera, porque son muchos los que han medrado con la vigencia del “Proceso” (me refería a la dictadura que se autodenominada como tal), aunque ahora lo quieran disimular.”
¿Podemos vivir sin memoria? No, no podemos vivir sin memoria. Todos aquellos sectores civiles y militares que se esforzaron en aparentar que nada malo había pasado, tenían y tienen -indudablemente- la memoria puesta en otro lugar: en la defensa de sus privilegios. Una buena parte de ellos son los mismos que operan en la actualidad, sustentando las concepciones más reaccionarias que impiden la construcción de una sociedad con más igualdad.
Por la carta de Estela, por su compromiso afectivo y militante, por el riesgo que asumió en esos terribles momentos, me sentí compelido a compartir con ustedes (chamigos y chamigas) estos recuerdos personales.
martes, 16 de marzo de 2021
lunes, 15 de marzo de 2021
domingo, 14 de marzo de 2021
sábado, 13 de marzo de 2021
jueves, 11 de marzo de 2021
martes, 9 de marzo de 2021
domingo, 7 de marzo de 2021
¿HAY 60.000 VACUNAS CONTRA EL COVID SIN APLICARSE EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES?
https://www.pagina12.com.ar/327938-vacunacion-en-caba-un-plan-improvisado-y-el-misterio-de-las-
viernes, 5 de marzo de 2021
jueves, 4 de marzo de 2021
miércoles, 3 de marzo de 2021
martes, 2 de marzo de 2021
lunes, 1 de marzo de 2021
Mientras espero pacientemente que el “amigo” RODRÍGUEZ LARRETA me habilite la inscripción en CABA para vacunarme contra el Covid (al margen de todo lo que nos “vacunó”, acompañando activamente al agente antinacional MAURICIO MACRI desde 2007), voy a hacer un poco de propaganda de mí mismo en relación al libro que publiqué con el título “CRÓNICAS PARA UNA ARGENTINA POPULAR”. Para ello transcribo a continuación la generosa nota aparecida en el portal MISIONES PLURAL de Posadas. SE AGRADECE COMPARTIR.