EL DIARIO “LA NACIÓN ”, EL “CUERVO” LARROQUE Y LOS
ASISTENTES SOCIALES
Norberto Alayón
(*)
(*) Profesor Titular
Regular
Facultad de Ciencias
Sociales-UBA
Jorge Fernández Díaz, el Secretario
de Redacción del diario “La
Nación ” de Buenos Aires, publicó en la edición del 1º de marzo
un artículo titulado “El Cuervo Larroque, el kirchnerista
absoluto”.
No voy a referirme puntualmente
sobre “La
Nación ”, ni sobre el “cuervo” Andrés Larroque. Como trabajador
social, voy a argumentar una defensa si se quiere “profesionalista” -aunque
nunca ha sido éste mi sesgo preferido-, en esta época donde ciertas
corporaciones operan en pro de sus intereses de manera casi
obscena.
En su nota, de extensa crítica
obsesionada sobre Larroque, el columnista Fernández Díaz expresa en uno de sus
párrafos lo siguiente: “Larroque puede estar en el Parlamento llamando
“narcosocialistas” a los aburridos socialdemócratas santafecinos o “atorranta” a
una diputada de la centroderecha cool. Pero también puede que se encuentre en las
unidades básicas de las barriadas más humildes, predicando cristinismo o dando instrucciones a algún asistente
social (subrayado mío) de Vatayón (Batallón)
Militante.”
Los trabajadores sociales o
asistentes sociales son los graduados de la carrera de Trabajo Social que se
cursa predominantemente en universidades, públicas y privadas, de todo el país.
El Trabajo Social es una profesión cuyos objetivos están dirigidos a contribuir
al mejoramiento de las condiciones de vida de la población (en particular de los
sectores más desfavorecidos por las propias características del modelo de
funcionamiento social) y a la defensa irrestricta de los derechos humanos, en su
más abarcativa acepción.
Se trata de un vigoroso y dinámico
colectivo profesional, con un importante nivel organizacional, plasmado en leyes
nacionales y provinciales y en asociaciones y colegios de graduados y de
unidades académicas que tienen pleno reconocimiento en el país, en Latinoamérica
y en el mundo entero.
No tengo conocimiento de que
trabajadores sociales se desempeñen profesionalmente dentro de la agrupación
Batallón Militante. ¿El Secretario de Redacción de “La Nación ” tiene información fidedigna
acerca de la participación profesional de asistentes sociales (trabajadores
sociales) en dicha organización? Si no fuera así, no debiera entonces referirse
ligeramente sobre los profesionales asistentes sociales en un tono que raya con
la desvalorización y el destrato. ¿Qué atributos responsables posee Fernández
Díaz para referirse con desdén cuando habla de estos profesionales
universitarios?
En el tenor de su nota, por cierto
sobrecargada en distintos pasajes, la expresión “dando instrucciones a algún
asistente social” suena a exigencias imperativas u órdenes de carácter vertical
para que sean cumplidas sin reflexión alguna. Sólo en el período de la dictadura
cívico-militar-eclesiástica del 76-83, que el diario “La Nación ” conoció muy de cerca, los
trabajadores sociales -como tantos otros profesionales y ciudadanos en general-
nos vimos compelidos en muchos casos a aceptar aberrantes imposiciones
autoritarias del poder de facto.
Los trabajadores sociales, mujeres y
hombres, son (somos) profesionales universitarios que se referencian e
identifican con posiciones diversas en lo ideológico, en lo religioso, en lo
cultural, en lo político. Desde luego, también habrá colegas que lean y se
sientan representados y contenidos por el tradicional perfil del diario
“La Nación ”,
que se autoatribuye ser “una tribuna de doctrina”.
Probablemente estos colegas,
cercanos a las posiciones viejas y nuevas de “La Nación ”, sean los que se sientan más
dolidos por el objetivo menoscabo hacia el conjunto de la profesión de Trabajo
Social, proferido por el Secretario de Redacción del centenario matutino. Sería
deseable que Fernández Díaz asumiera la rectificación pertinente.
Buenos Aires, marzo de
2013.